Daniel tenía el propósito de no contaminarse con la comida del rey ni con el vino que él bebía, y suplicó al jefe de los eunucos que no le obligara a contaminarse.
1 Corintios 7:37 - Biblia Martin Nieto Y si alguno, con entera libertad, sin que nadie lo fuerce, tiene en su interior el firme propósito de no casarse con su novia y así lo decide, hace bien. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero el que está firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que es dueño de su propia voluntad, y ha resuelto en su corazón guardar a su hija virgen, bien hace. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero si ha decidido con toda firmeza no casarse y no hay urgencia y puede controlar sus pasiones, hace bien en no casarse. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero puede ser que otro se mantenga firme y decida con toda libertad y con mucha lucidez que su novia se conserve virgen. Este obra mejor. La Biblia Textual 3a Edicion Pero el que está firme en su corazón, sin tener necesidad, y es dueño de su propia voluntad, y ha decidido en su corazón guardar la suya virgen,° bien hará. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por el contrario, si uno está firme en su corazón y con entera libertad y con dominio de su voluntad ha resuelto en su interior respetar a su compañera, hará bien. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero el que está firme en su corazón, y no tiene necesidad, sino que tiene potestad sobre su propia voluntad, y determinó en su corazón el conservarla virgen, bien hace. |
Daniel tenía el propósito de no contaminarse con la comida del rey ni con el vino que él bebía, y suplicó al jefe de los eunucos que no le obligara a contaminarse.
Sobre lo que me habéis escrito, os digo lo siguiente. Está bien renunciar al matrimonio;
Si alguno cree que, dada la edad de su novia, debe casarse, y que eso es lo más indicado, que haga lo que quiera; que se case, pues eso no es pecado.
En conclusión, el que se casa con su novia hace bien, y el que no se casa hace mejor.
Que cada uno dé lo que le dicte la conciencia; no de mala gana o por compromiso, pues Dios ama a quien da con alegría.
Apacentad el rebaño que Dios os ha confiado y cuidad de él no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere; no por una vil ganancia, sino con generosidad;