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Eclesiastés 2:4 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Todo lo hice en grande: construí mis propias casas, planté mis propios viñedos,

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Biblia Reina Valera 1960

Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

También traté de encontrar sentido a la vida edificándome enormes mansiones y plantando hermosos viñedos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Emprendí grandes obras. Me edifiqué casas, me planté viñas,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Engrandecí mis obras, me edifiqué palacios y planté viñedos para mí;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Emprendí grandes obras: me edifiqué palacios, planté viñedos,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, me planté viñas;

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Eclesiastés 2:4
17 Tagairtí Cros  

Cuando Absalón era joven, mandó hacer en su honor un monumento de piedra y le puso su nombre. Como no tenía hijos, pensó que así la gente lo recordaría para siempre. Ese monumento está en el Valle del Rey y se conoce como «Monumento de Absalón».


«Hagamos un pacto tú y yo, como hicieron tu padre y el mío. Rompe el pacto que hiciste con Baasá, el rey de Israel, para que ya no pueda luchar contra mí. A cambio te envío este oro y esta plata como regalo».


Cuando Salomón terminó de construir el templo de Dios, su propio palacio y todo lo que quiso edificar,


Además, cavó muchos pozos y construyó torres en el desierto, pues tenía mucho ganado, tanto en el desierto como en la llanura. A Ozías le gustaba mucho cultivar la tierra; por eso tenía muchos campesinos que cultivaban los campos y viñedos, tanto en la región montañosa como en sus huertas.


Salomón sabía que todos los lugares en donde había estado el cofre del pacto de Dios eran sagrados; por ello, no quiso que su esposa, que era hija del rey de Egipto, viviera en el mismo palacio en el que el rey David había vivido. Entonces le construyó un palacio en otro lugar, para que allí viviera.


11 (12) Podrán haber tenido tierras, y haberlas puesto a su nombre, pero su hogar permanente será tan solo la tumba; ¡de allí no saldrán jamás!


Mi amado es para mí como un ramito de flores de las viñas de En-gadi.


12 (13) Cuando amanezca, iremos a los viñedos y veremos sus retoños, los capullos abiertos, y los granados en flor. ¡Allí te entregaré mi amor!


Dios dijo: «Esta canción habla de una viña, y quiero dedicársela a mi pueblo. »Mi amigo plantó una viña en un terreno muy fértil.


30 (27) y dijo: «¡Qué grande es Babilonia! ¡Yo fui quien la hizo grande y hermosa, para mostrar mi poder a todo el mundo!»