Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Mateo 19:6 - La Biblia Textual 3a Edicion

Así que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unció al mismo yugo° no lo separe un hombre.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Por consiguiente, lo que Dios unió, no lo separe el hombre'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Así que no son ya más dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.

Féach an chaibidil

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

De esta manera, los que se casan ya no viven como dos personas separadas, sino como si fueran una sola. Por tanto, si Dios ha unido a un hombre y a una mujer, nadie debe separarlos.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Mateo 19:6
10 Tagairtí Cros  

Que abandona al compañero de su juventud, Y olvida el pacto de su Dios.


Y, con todo, preguntáis: ¿Por qué? Porque YHVH ha sido testigo entre ti y la mujer de tu juventud, a la que has sido infiel, siendo ella tu compañera y mujer de tu pacto.


Porque el que aborrece y repudia, dice YHVH Dios de Israel, cubre su vestidura con violencia, dice YHVH Sebaot. Guardad pues vuestro espíritu, y no seáis infieles.


Y dijo: Por esto dejará el hombre° al padre y a la madre, y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne.°


Le dicen: ¿Por qué pues Moisés mandó dar carta de divorcio, y repudiar?°


Por tanto, no separe el hombre lo que Dios unció en un mismo yugo.


Porque la mujer casada está ligada por la ley al marido que vive, pero si el marido muere, queda libre de la ley del marido.


Así los esposos deben amar a sus esposas como a sus mismos cuerpos. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo,


Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho conyugal sin mancilla, porque Dios juzgará a los fornicarios y adúlteros.