Lucas 8:15 - Nueva Biblia Española (1975) 'Lo de la tierra buena' son los que escuchan, guardan el mensaje en un corazón noble y generoso y dan fruto con su constancia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas la que cayó en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia. Biblia Nueva Traducción Viviente Y las semillas que cayeron en la buena tierra representan a las personas sinceras, de buen corazón, que oyen la palabra de Dios, se aferran a ella y con paciencia producen una cosecha enorme. Biblia Católica (Latinoamericana) Y lo que cae en tierra buena son los que reciben la palabra con un corazón noble y generoso, la guardan y, perseverando, dan fruto. La Biblia Textual 3a Edicion Pero la que cae° en buena tierra, éstos son los que oyeron la palabra con corazón recto y bueno, y producen fruto con perseverancia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lo de la tierra buena son los que oyen la palabra con un corazón noble y generoso, la retienen y por su constancia dan fruto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas la que en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto con paciencia. |
Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme;
Hijo mío, no olvides mis instrucciones, conserva en la memoria mis preceptos,
Cuando recibía tus palabras, las devoraba, tu palabra era mi gozo y mi alegría íntima, yo llevaba tu nombre, Señor, Dios de los ejércitos.
así será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo futuro -oráculo del Señor- : Meteré mi Ley en su pecho, la escribiré en su corazón, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo;
Los caldeos que la atacan entrarán en esta ciudad y le pondrán fuego. La quemarán con las casas, en cuyas azoteas se quemaba incienso a Baal y se hacían libaciones a dioses extranjeros, para irritarme.
Pero él repuso: Mejor: ¡Dichosos los que escuchan el mensaje de Dios y lo cumplen!
El hombre bueno, de la bondad que almacena en su corazón saca el bien, y el malvado, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón lo habla la boca.
Lo que cayó entre espinos' son esos que escuchan, pero con los afanes y riquezas y placeres de la vida, poco a poco se ahogan y no maduran.
Nadie enciende una vela para taparla con una olla o meterla debajo de la cama; la pone en el candelero para que los que entran vean la luz.
Si cumplen mis mandamientos, se mantendrán en mi amor, como yo he dado cumplimiento a los mandamientos de mi Padre y me mantengo en su amor.
A los que perseveraron en hacer el bien, buscando gloria y honor que no decaen, les dará vida eterna;
Ahora, en cambio, emancipados del pecado y entrados al servicio de Dios, se van ganando una consagración que lleva a vida eterna.
Veo claro que en mí, es decir, en mis bajos instintos, no habita nada bueno, porque el querer lo excelente lo tengo a mano, pero el realizarlo no;
Pues bueno, hermanos míos, en el cuerpo del Mesías los hicieron morir a la Ley; así pudieron ser de otro, del que resucitó de la muerte, y empezar a ser fecundos para Dios.
En cambio, si esperamos algo que no vemos, necesitamos constancia para aguardar.
Estar circuncidado o no estarlo no significa nada, lo que importa es cumplir lo que Dios manda.
De hecho, gracias a esa generosidad están ya salvados por la fe; es decir, no viene de ustedes, es don de Dios;
el Señor, tu Dios, circuncidará tu corazón y el de tus descendientes para que ames al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma, y así vivas.
colmados de ese fruto de rectitud que viene por Jesús Mesías, para gloria y alabanza de Dios.
Así vivirán como el Señor se merece, agradándole en todo: dando fruto creciente en toda buena actividad gracias al conocimiento de Dios;
que conocieron cuando llegó hasta ustedes la buena noticia, el mensaje de la verdad. Así es cómo va dando fruto creciente en el mundo entero, como ha ocurrido entre ustedes desde el día que la escucharon y comprendieron de verdad lo generoso que es Dios;
Es decir, les hace falta constancia, para realizar el designio de Dios y alcanzar así la promesa;
Por esa razón, para no ir a la deriva, tenemos que prestar más atención a lo aprendido.
Que la constancia acabe su-obra, para que sean hombres completos y auténticos, sin deficiencia alguna.
Para saber si conocemos a Dios, veamos si cumplimos sus mandamientos.