Todo lo que esté a tu alcance hazlo con empeño, pues no se trabaja ni se planea, no hay conocer ni saber en el Abismo adonde te encaminas.
Lucas 19:5 - Nueva Biblia Española (1975) Al llegar a aquel sitio, levantó Jesús la vista y le dijo: Zaqueo, baja en seguida, que hoy tengo que alojarme en tu casa. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo! —le dijo—. ¡Baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa». Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando llegó Jesús al lugar, miró hacia arriba y le dijo: 'Zaqueo, baja en seguida, pues hoy tengo que quedarme en tu casa. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, baja de prisa, porque es necesario que hoy pose en tu casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Jesús llegó a aquel sitio, miró hacia arriba y le dijo: 'Zaqueo, baja de prisa; porque conviene que hoy me quede en tu casa'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. |
Todo lo que esté a tu alcance hazlo con empeño, pues no se trabaja ni se planea, no hay conocer ni saber en el Abismo adonde te encaminas.
Pasando yo a tu lado, te vi. chapoteando en tu propia sangre, y te dije mientras yacías en tu sangre: 'Sigue viviendo y crece como brote campestre'.
Porque este Hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo.
En esto un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de recaudadores y muy rico,
Para verlo se adelantó corriendo y se subió a una higuera, porque tenía que pasar por allí.
Natanael le preguntó: ¿De qué me conoces? Jesús le contestó: Antes que te llamara Felipe, estando tú bajo la higuera, me fijé en ti.
Jesús le contestó: Uno que me ama, cumplirá mi mensaje, mi Padre lo amará, vendremos a él y nos quedaremos a vivir con él.
Secundando, pues, su obra, les exhortamos también a no echar en saco roto esta gracia de Dios.
para que el Mesías se instale por la fe en lo íntimo de ustedes y queden enraizados y cimentados en el amor;
La hospitalidad no la echen en olvido, que por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles,
Mira que estoy a la puerta llamando: si uno me oye y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos.