pero al que me niegue ante los hombres, lo negaré yo a mi vez ante mi Padre del cielo.
Lucas 12:9 - Nueva Biblia Española (1975) Y si uno me niega ante los hombres, será negado él ante los ángeles de Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero el que me niegue aquí en la tierra será negado delante de los ángeles de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) pero el que me niegue delante de los hombres, será también negado él delante de los ángeles de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion pero el que me negó delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero aquel que me niegue ante los hombres, también él será negado ante los ángeles de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) pero el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. |
pero al que me niegue ante los hombres, lo negaré yo a mi vez ante mi Padre del cielo.
Cuando este Hombre venga con su esplendor acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria
Después dirá a los de la izquierda: Apártense de mí, malditos, vayan al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles,
Y entonces yo les declararé: 'Nunca los he conocido. ¡Lejos de mí, los que practican la maldad!'.
Además, si uno se avergüenza de mí y de mis palabras entre la gente ésa, idólatra y pecadora, también este Hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.
Les digo que la misma alegría sienten los ángeles de Dios por un solo pecador que se enmienda.
Además, si uno se avergüenza de mí y de mis palabras, también este Hombre se avergonzará de él cuando venga con su gloria, con la del Padre y la de los ángeles santos.
Si perseveramos, reinaremos con él; si lo negamos, también él nos negará;
Todo el que niega al Hijo se queda también sin el Padre; quien reconoce al Hijo tiene también al Padre.
Pues ahora, hijos, sigan con él para que, cuando se manifieste, nos sintamos seguros y no fracasados lejos de él, el día de su venida.
Conozco tus obras; mira, ante ti dejo abierta una puerta que nadie puede cerrar, pues aunque tu fuerza es pequeña has hecho caso de mis palabras y no has renegado de mí.