Pero el rey Salomón se enamoró de muchas mujeres extranjeras, además de la hija del Faraón: moabitas, amonitas, edomitas, fenicias e hititas,
Jueces 16:4 - Nueva Biblia Española (1975) Más tarde se enamoró Sansón de una mujer de Vallesorec, llamada Dalila. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila. Biblia Nueva Traducción Viviente Tiempo después, Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de eso se juntó con una mujer del valle de Sorec que se llamaba Dalila. La Biblia Textual 3a Edicion Después de esto sucedió que se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de esto, se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila. |
Pero el rey Salomón se enamoró de muchas mujeres extranjeras, además de la hija del Faraón: moabitas, amonitas, edomitas, fenicias e hititas,
Ese fue precisamente el pecado de Salomón, rey de Israel. No había otro rey como él en toda la tierra, y su Dios lo quería tanto que lo hizo rey de todo Israel. Pero incluso a él lo hicieron pecar las mujeres extranjeras.
Fosa profunda es la boca de la ramera, el enemistado con Dios caerá en ella.
Perro que vuelve a su vómito es el necio que insiste en sus sandeces.
Aunque machaques al necio con la mano del almirez no le quitarás su necedad.
No sean tampoco idólatras, como algunos de ellos, según dice la Escritura:
Sansón estuvo acostado hasta medianoche; a medianoche se levantó, agarró las hojas de la puerta de la ciudad con sus jambas, las arrancó con cerrojos y todo, se las cargó a la espalda y las subió a la cima del monte, frente a Hebrón.
Los príncipes filisteos fueron a visitarla y le dijeron: Sedúcelo y averigua en qué está su gran fuerza y cómo nos apoderaríamos de él para sujetarlo y domarlo. Te daremos cada uno mil cien siclos de plata.