Luego ordenó: Convoquen una asamblea litúrgica en honor de Baal. La convocaron.
Joel 1:14 - Nueva Biblia Española (1975) Proclamen un ayuno, convoquen la asamblea, reúnan a los jefes y a todos los campesinos en el templo del Señor, su Dios, y clamen al Señor: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Proclamad ayuno, convocad a asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Proclamen un tiempo de ayuno; convoquen al pueblo a una reunión solemne. Reúnan a los líderes y a toda la gente del país en el templo del Señor su Dios y allí clamen a él. Biblia Católica (Latinoamericana) Proclamen un ayuno y una asamblea santa, congreguen a los ancianos y a toda la gente del campo en la Casa de Yavé, su Dios, y clamen a él. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Proclamad un ayuno santo! ¡Convocad a solemne asamblea! ¡Reunid a los ancianos, y a todos los moradores de esta tierra, En la Casa de YHVH° vuestro Dios, y clamad a YHVH! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Promulgad un ayuno, convocad una asamblea reunid a los ancianos, a todos los habitantes del país, en la casa de Yahveh, vuestro Dios, y clamad a Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pregonad ayuno, convocad a asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová. |
Luego ordenó: Convoquen una asamblea litúrgica en honor de Baal. La convocaron.
Todos los judíos con sus mujeres e hijos, incluso los niños permanecían de pie ante el Señor.
Todos los días, del primero al último, leyó Esdras el libro de la Ley de Dios. La fiesta duró siete días, y el octavo tuvo lugar una asamblea solemne, como está mandado.
Vete a reunir a todos los judíos que viven en Susa; ayunen por mí. No coman ni beban durante tres días con sus noches. Yo y mis esclavas haremos lo mismo, y al acabar me presentaré ante el rey, incluso contra su orden. Si hay que morir, moriré.
Se enluta Judá, desfallecen sus puertas, se inclinan sombrías, Jerusalén lanza gritos.
El año quinto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, el mes noveno, se proclamó un ayuno en honor del Señor para toda la población de Jerusalén y para los que venían de los poblados judíos a Jerusalén.
Óiganlo, jefes; escuchen, campesinos: ¿Ha sucedido algo semejante en sus días o en los días de sus antepasados?
Los siete días ofrecerán oblaciones al Señor. Al octavo volverán a reunirse en asamblea litúrgica y a ofrecer una oblación al Señor. Es día de reunión religiosa solemne. No harán trabajo alguno.
Creyeron a Dios los ninivitas, proclamaron un ayuno y se vistieron de sayal pequeños y grandes.
cúbranse de sayal hombres y animales. Invoquen fervientemente a Dios; que cada cual se convierta de su mala vida y de sus acciones violentas.