Al sacerdote Abiatar el rey le dijo: Vete a Anatot, a tus tierras. Mereces la muerte, pero hoy no voy a matarte, porque llevaste el arca del Señor ante mi padre, David, y lo acompañaste en sus tribulaciones.
Jeremías 1:1 - Nueva Biblia Española (1975) Palabras de Jeremías, hijo de Jelcías, de los sacerdotes residentes en Anatot, territorio de Benjamín. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Las palabras de Jeremías hijo de Hilcías, de los sacerdotes que estuvieron en Anatot, en tierra de Benjamín. Biblia Nueva Traducción Viviente Estas son las palabras de Jeremías, hijo de Hilcías, uno de los sacerdotes de Anatot, ciudad de la tierra de Benjamín. Biblia Católica (Latinoamericana) Estas son las palabras de Jeremías, hijo de Helcías, de una familia de sacerdotes que vivían en Anatot, en la tierra de Benjamín. La Biblia Textual 3a Edicion Palabras de Jeremías ben° Hilcías, uno de los sacerdotes que habitaban en Anatot, en tierra de Benjamín, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Palabras de Jeremías, hijo de Jilquías, de los sacerdotes de Anatot, en el territorio de Benjamín, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Las palabras de Jeremías, hijo de Hilcías, de los sacerdotes que habitaban en Anatot, en la tierra de Benjamín. |
Al sacerdote Abiatar el rey le dijo: Vete a Anatot, a tus tierras. Mereces la muerte, pero hoy no voy a matarte, porque llevaste el arca del Señor ante mi padre, David, y lo acompañaste en sus tribulaciones.
De la tribu de Benjamín: Loma y sus ejidos, Alémet y sus ejidos, Anatot y sus ejidos. Suma total, trece pueblos con sus ejidos.
Jeremías compuso una elegía en su honor, y todos los cantores y cantoras siguen recordándolo en sus elegías. Se han hecho tradicionales en Israel; pueden verse en las Lamentaciones.
Hizo lo que el Señor, su Dios, reprueba; no se humilló ante el profeta Jeremías, que le hablaba en nombre de Dios.
Así se cumplió lo que anunció el Señor por Jeremías, y la tierra disfrutó de su descanso sabático todo el tiempo que estuvo desolada, hasta cumplirse setenta años.
El año primero de Ciro, rey de Persia, el Señor, para cumplir lo que había anunciado por boca de Jeremías, movió a Ciro de Persia a promulgar de palabra y por escrito en todo su remo:
Visión de Isaías, hijo de Amos, acerca de Judá y de Jerusalén en tiempos de Ozías, de Yotán, de Acaz y de Ezequías, reyes de Judá.
Así sentencia el Señor contra los vecinos de Anatot, que intentan matarte, diciéndote: 'No profetices en nombre del Señor si no quieres morir a manos nuestras'.
Entonces, ¿por qué no has dado un escarmiento a Jeremías, de Anatot, que se ha metido a profetizar?
intentó Jeremías salir de Jerusalén hacia el territorio de Benjamín, para repartirse una herencia con los suyos.
(Vino la palabra del Señor a Ezequiel, hijo de Buzi, sacerdote, en tierra de los caldeos, a orillas del río Quebar). Entonces se apoyó en mí la mano del Señor,
el año primero de su reinado, yo, Daniel, leía atentamente en el libro de las profecías de Jeremías el número de años que Jerusalén había de quedar en ruinas: eran setenta años.
Palabras de Amos, uno de los mayorales de Tecua. Visión acerca de Israel durante los reinados de Ozías en Judá y. de Jeroboán, hijo de Joás, en Israel. Dos años antes del terremoto,
Amasias, sacerdote de Betel, envió un mensaje a Jeroboán, rey de Israel: Amos está conjurando contra ti en medio de Israel; el país ya no puede soportar sus palabras.
Contestaron ellos: Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.
Con esto se cumplió lo que se dijo por medio del profeta Jeremías: 'Tomaron las treinta monedas de plata, el precio de uno que fue tasado, tasado por los hijos de Israel,