Ahora, en cuerpo y alma, a servir al Señor y a construir un santuario, para colocar el arca de la alianza del Señor y los objetos sagrados en ese templo construido en honor del Señor
Éxodo 9:21 - Nueva Biblia Española (1975) los que no atendieron a la palabra del Señor, dejaron a sus esclavos y ganado en el campo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo. Biblia Nueva Traducción Viviente pero los que no hicieron caso a la palabra del Señor dejaron a los suyos a la intemperie. Biblia Católica (Latinoamericana) pero aquellos que no hicieron caso a la palabra de Yavé los dejaron en el campo. La Biblia Textual 3a Edicion Pero el que no puso en su corazón la palabra de YHVH, dejó a sus siervos y sus ganados en el campo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pero los que no prestaron oídos a la palabra de Yahveh dejaron a sus siervos y a sus ganados en el campo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo. |
Ahora, en cuerpo y alma, a servir al Señor y a construir un santuario, para colocar el arca de la alianza del Señor y los objetos sagrados en ese templo construido en honor del Señor
¿Qué es el hombre para que le des importancia, para que te ocupes de él,
Los ministros del Faraón que respetaron la palabra del Señor hicieron refugiarse a sus esclavos y metieron corriendo el ganado en los establos;
El Señor dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo y caerá granizo en todo el territorio egipcio: sobre hombres y animales y sobre la hierba del campo.
Este hombre me dijo: Hijo de Adán, mira y escucha atentamente, fíjate bien en lo que voy a enseñarte, porque has sido traído aquí para que yo te lo enseñe. Anuncia a la casa de Israel todo lo que veas.
Me dijo: No temas, Daniel. Desde el día aquel en que te dedicaste a estudiar y a humillarte ante Dios, tus palabras han sido escuchadas y yo he venido a causa de ellas.
Estando para morir, las mujeres que la atendían la animaban: No tengas miedo, que has dado a luz un niño. Pero ella no respondió ni cayó en la cuenta.