Cuando uno peque contra otro, si se le exige juramento y viene a jurar ante tu altar en este templo,
Éxodo 22:8 - Nueva Biblia Española (1975) y si no se descubre al ladrón, el dueño de la casa se presentará ante Dios y jurará que no ha tocado el objeto de su prójimo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Si el ladrón no fuere hallado, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces, para que se vea si ha metido su mano en los bienes de su prójimo. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero si no se encuentra al ladrón, el vecino tendrá que presentarse ante Dios, y él determinará si el vecino es quien robó los bienes. Biblia Católica (Latinoamericana) Cualquier pleito en que se sospeche que uno de los dos estafó al otro, ya se haya perdido buey, burro, cordero o manta, será llevado ante Dios, y al que Dios declare culpable restituirá el doble a su prójimo. La Biblia Textual 3a Edicion Pero si el ladrón no es hallado, entonces el dueño de la casa se acercará ante ’Elohim jurando° si ha metido mano en los bienes de su prójimo, o no. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En toda acusación de hurto, sea de buey, de asno, de cabeza de ganado menor, de un vestido, o de cualquier cosa desaparecida, de la que se diga: 'Es mío', debe presentarse el pleito ante Dios. Y aquel a quien Dios declare culpable, restituirá a su prójimo el doble. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si el ladrón no se hallare, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces, para ver si ha metido su mano en los bienes de su prójimo. |
Cuando uno peque contra otro, si se le exige juramento y viene a jurar ante tu altar en este templo,
Veinticuatro mil dirigían las obras del templo del Señor, seis mil eran secretarios y jueces,
entonces su dueño lo llevará delante de Dios, lo acercará a la puerta o a la jamba y con un punzón clavará la oreja del esclavo, y éste quedará esclavo para siempre.
En delitos contra la propiedad, de toro, burro, oveja o capa, o cualquier otro objeto perdido, si uno afirma que el objeto es suyo, se llevará el pleito ante Dios, y aquel a quien Dios declare culpable pagará al otro el doble.
Nombrarás jueces y magistrados por tribus en las ciudades que el Señor, tu Dios, te va a dar que juzguen al pueblo con justicia.