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Apocalipsis 8:8 - Nueva Biblia Española (1975)

Al tocar su trompeta el segundo ángel lanzaron al mar una enorme masa incandescente: un tercio del mar se convirtió en sangre,

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Biblia Reina Valera 1960

El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces el segundo ángel tocó su trompeta, y una gran montaña de fuego fue lanzada al mar. La tercera parte de las aguas del mar se convirtió en sangre,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tocó el segundo ángel su trompeta, y algo así como un inmenso cerro fue echado al mar: la tercera parte del mar se convirtió en sangre,

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La Biblia Textual 3a Edicion

El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en llamas° fue precipitada al mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Tocó el segundo ángel. Y fue arrojado al mar algo así como una gran montaña, ardiendo en llamas. La tercera parte del mar se convirtió en sangre,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo con fuego fue lanzada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.

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Apocalipsis 8:8
13 Tagairtí Cros  

Aquí estoy contra ti, Monte Exterminio, que exterminó la tierra entera -oráculo del Señor- ; extenderé contra ti mi brazo, te haré rodar rocas abajo, te convertiré en Monte Quemado;


Y si un profeta, dejándose engañar, pronuncia un oráculo, yo, el Señor, lo dejaré en su engaño; extenderé mi mano contra él y lo eliminaré de mi pueblo, Israel.


Esto me mostró el Señor: El Señor convocaba a un juicio por el fuego que devoraba el gran Océano y devoraba la Finca.


En todo el país -oráculo del Señor- dos tercios serán arrancados y perecerán, y quedará sólo un tercio.


Ese tercio lo pasaré a fuego, lo acrisolaré como al oro, lo acendraré como a la plata. Después me llamará y yo le contestaré; diré: Son mi pueblo, y ellos dirán: El Señor es mi Dios'.


Les aseguro que si uno le dice al cerro ése: 'Quítate de ahí y tírate al mar', no con reservas interiores, sino creyendo que va a suceder lo que dice, lo obtendrá.


Tienen poder para cerrar el cielo y que no llueva mientras dure su profecía; tienen también poder para transformar el agua en sangre y herir la tierra a voluntad con plagas de toda especie.


Su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. El dragón se quedó delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando naciera.


Al tocar su trompeta el primero se produjeron granizo y centellas mezclados con sangre y los lanzaron a la tierra: un tercio de la tierra se abrasó, un tercio de los árboles se abrasó y toda la hierba verde se abrasó.


Quedaron sueltos los cuatro ángeles que estaban reservados para matar en tal hora, día, mes y año a la tercera parte de la humanidad.


Estas tres plagas, es decir, el fuego, el humo y el azufre que echan por la boca, mataron a la tercera parte de la humanidad.