de su nariz se alzaba una humareda, de su boca un fuego voraz y lanzaba ascuas al rojo.
Apocalipsis 11:5 - Nueva Biblia Española (1975) Si alguno quiere hacerles daño, saldrá de su boca fuego que devorará a sus enemigos; así, el que intente hacerles daño morirá Sin remedio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera. Biblia Nueva Traducción Viviente Si alguien trata de hacerles daño, sale fuego de sus bocas y consume a sus enemigos. Así debe morir cualquiera que intente hacerles daño. Biblia Católica (Latinoamericana) Si alguien intenta hacerles mal, saldrá de su boca fuego y devorará a sus enemigos; así perecerá el que intente maltratarlos. La Biblia Textual 3a Edicion Si alguno procura dañarlos, un fuego procede de sus bocas que devora a sus enemigos: si alguno procura dañarlos, debe morir de la misma manera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si alguien pretende causarles mal, saldrá fuego de la boca que devorará a sus enemigos. Si alguien pretende causarles mal, morirá sin remedio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y si alguno quisiere dañarles, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quisiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera. |
de su nariz se alzaba una humareda, de su boca un fuego voraz y lanzaba ascuas al rojo.
juzgará con justicia a los desvalidos, sentenciará con rectitud a los oprimidos; ejecutará al violento con el cetro de su sentencia y con su aliento dará muerte al culpable.
hoy te establezco sobre pueblos y reyes, para arrancar y arrasar, destruir y demoler, edificar y plantar.
Por haber hablado así, así les sucederá: haré que mi palabra sea fuego en>tu boca que consumirá a ese pueblo como leña.
La visión que tuve era como la visión que había contemplado cuando vino a destruir la ciudad] como la visión que había contemplado a orillas del río Quebar. Y caí rostro en tierra.
Por eso los maté con las palabras de mi boca, los atravesé con mis profetas y mi sentencia brilla como la luz.
En cambio, mis palabras y decretos, que encomendé a mis siervos los profetas, ¿no alcanzaron a sus antepasados? Entonces se convirtieron, diciendo: 'Como el Señor había dispuesto tratarnos por nuestra conducta y nuestras acciones, así nos ha tratado'.
Porque así dice el Señor de los ejércitos a las naciones que los deportaron: El que los toca a ustedes, me toca a mí la niña de los ojos.
Realizaba grandes señales, incluso hacía bajar fuego del cielo a la tierra a la vista de la gente.
En la visión vi así a los caballos y a sus jinetes: llevaban corazas color fuego, jacinto y azufre; las cabezas de los caballos parecían cabezas de león y por la boca echaban fuego, humo y azufre.