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1 Juan 3 - Biblia Martin Nieto Biblia Martin Nieto
1 Juan 3

1 Mirad qué gran amor nos ha dado el Padre al hacer que nos llamemos hijos de Dios y lo seamos de verdad. Si el mundo no nos conoce, es porque no le ha conocido a él.

2 Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal y como es.

3 El que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.

4 Pero el que peca se enfrenta a la ley, pues el pecado es el quebrantamiento de la ley.

5 Y sabéis que él se ha manifestado para quitar los pecados, y que no hay pecado en él.

6 El que permanece en él, no peca; el que peca, ni le ha visto ni le ha conocido.

7 Hijos míos, que no os engañe nadie. El que practica la justicia es justo como él es justo;

8 quien peca es del diablo, porque el diablo es pecador desde el principio. El Hijo de Dios se ha manifestado para destruir las obras del diablo.

9 El que ha nacido de Dios no peca, porque la semilla de Dios permanece en él; y no puede pecar porque ha nacido de Dios.

10 En esto se distinguen los hijos de Dios y los hijos del diablo: el que no practica la justicia no es de Dios, ni el que no ama a su hermano.

11 Porque éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros;

12 no como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. Y ¿por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

13 No os extrañéis si el mundo os odia.

14 Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte.

15 El que odia a su hermano es un homicida, y vosotros sabéis que ningún homicida tiene la vida eterna en sí mismo.

16 En esto hemos conocido el amor: en que él ha dado su vida por nosotros; y nosotros debemos dar también la vida por nuestros hermanos.

17 Si alguno tiene bienes de este mundo, ve a su hermano en la necesidad y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede estar en él el amor de Dios?

18 Amémonos no de palabra ni de boquilla, sino con obras y de verdad.

19 En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia delante de él:

20 en que, si alguna vez nuestra conciencia nos acusa, Dios está por encima de nuestra conciencia y lo sabe todo.

21 Queridos míos, si nuestra conciencia no nos acusa, podemos estar tranquilos ante él.

22 Todo lo que pidamos, él nos lo concederá porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.

23 Éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y que nos amemos los unos a los otros, según el mandamiento que nos ha dado.

24 El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Por esto conocemos que él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.

Biblia Version Martin Nieto

Evaristo Martín Nieto©