1 Le fue dirigida por segunda vez a Jonás la palabra de Yahveh en estos términos: 2 'Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y proclama ante ella lo que yo te diré'. 3 Jonás se levantó y se puso en camino hacia Nínive, según la orden de Yahveh. Nínive era una ciudad tan grande que hacían falta tres días para recorrerla. 4 Jonás se fue adentrando en la ciudad y caminó por sus calles durante un día proclamando a grandes voces: 'Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida'. 5 La gente de Nínive creyó en Dios; proclamó un ayuno y grandes y pequeños se vistieron de saco. 6 La noticia llegó al rey de Nínive, quien se levantó de su trono, se quitó el manto, se vistió de saco y se sentó en la ceniza. 7 Luego hizo repetir esta proclama en Nínive: 'Por orden del rey y de sus magnates, que ni hombres ni animales, ni ganado mayor ni menor prueben bocado, ni pasten ni beban. 8 Vístanse de saco hombres y animales, clamen a Dios con vehemencia, y conviértase cada cual de su mala conducta y de la violencia de sus manos. 9 ¡Quién sabe! A lo mejor Dios cambia y se arrepiente, a lo mejor vuelve atrás el ardor de su ira, y no perecemos'. 10 Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían convertido de su mala conducta, se arrepintió del mal con que los había amenazado y no lo ejecutó. |
Copyright © Serafín de Ausejo 1975.