Proverbios 12:3 - Biblia Version Moderna (1929)

³ Ninguno será hecho estable por medio de la maldad; mas la raíz de los justos no será removida.

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

³ El hombre no se afirmará por medio de la impiedad; Mas la raíz de los justos no será removida.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ La perversidad nunca produce estabilidad, pero los justos tienen raíces profundas.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ El que hace el mal no está nunca seguro; el justo, en cambio, está bien arraigado.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ El hombre no se afianzará por medio de la impiedad, Pero la raíz de los justos nunca será removida.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Nadie se consolida por la maldad, la estirpe de los justos no flaquea.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³ El hombre no se afirmará por medio de la impiedad; mas la raíz de los justos no será removida.

Proverbios 12:3 Σταυροειδείς Αναφορές

Job 15:29

Con todo, no será rico, ni durará su hacienda, ni se extenderán en la tierra sus posesiones.

Salmos 15:5

el que no da su dinero a logro injusto, ni toma cohecho contra el inocente: el que hace estas cosas no será jamás movido.

Proverbios 10:25

Cuando pase el torbellino ya no existirá el inicuo; pero el justo tiene un cimiento eterno.

Proverbios 11:5

La justicia del hombre sincero endereza su camino; pero por su misma maldad caerá el hombre malo.

Proverbios 12:12

El inicuo codicia la presa de los hombres malos; pero la raíz de los justos les da abasto.

Eclesiastés 8:8

Nadie hay que tenga potestad sobre el espíritu suyo, para retener el espíritu; ni tiene autoridad el día de la muerte; y no hay descargo en esta guerra: y la maldad no podrá librar a los que le son adictos.

Efesios 3:17

que habite Cristo en vuestros corazones, por medio de la fe; a fin de que, estando arraigados y cimentados en amor,

Colosenses 2:7

arraigados en él, y edificados sobre él, y hechos estables en la fe, así como fuisteis enseñados, y abundando en acciones de gracias.

1 Samuel 25:33

¡y bendita sea tu discreción, y bendita seas tú misma, que me has estorbado hoy el venir con derramamiento de sangre, y el salvarme con mi misma mano!