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Miqueas 2:4 - Biblia Version Moderna (1929)

4 En aquel día alzarán acerca de vosotros un cántico fúnebre, y lamentarán con tristísima lamentación, diciendo: ¡Somos completamente despojados! ¡Dios ha permutado la porción de mi pueblo! ¡cómo me la quita a mí! ¡a los rebeldes ha repartido nuestros campos!

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Biblia Reina Valera 1960

4 En aquel tiempo levantarán sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 En aquel día sus enemigos se burlarán de ustedes cuando entonen esta canción de lamento acerca de ustedes: «¡Estamos acabados, totalmente arruinados! Dios confiscó la tierra, nos la ha quitado. Dio nuestros campos a los que nos traicionaron».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Cuando llegue aquel día, otros se burlarán de ustedes y les cantarán la canción: 'Hemos sido saqueados; han repartido nuestras tierras. ¿Quién echará al opresor que se adueñó de mis campos?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Aquel día entonarán refrán sobre vosotros, Amargos lamentos que dirán: ¡Cómo fuimos despojados! ¡Cómo me la ha quitado! Él ha trocado la porción de mi pueblo: Al infiel ha repartido nuestros campos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 En aquel día se hará a costa vuestra un proverbio y se entonará un lamento, un lamento que dice: '¡Estamos totalmente arruinados! ¡La porción de mi pueblo ha sido entregada! ¡Cómo arrebatan lo que es mío! ¡Entre los enemigos distribuyen nuestros campos!''.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 En aquel tiempo se levantará sobre vosotros una parábola, y se endechará una amarga lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; Él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros.

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Miqueas 2:4
35 Σταυροειδείς Αναφορές  

¶Entonces David lamentó con esta endecha la muerte de Saúl y de Jonatán su hijo;


Jeremías también lamentó la muerte de Josías: y todos los cantores y las cantoras en sus lamentaciones hablan de Josías hasta el día de hoy; y estableciéronlo como costumbre en Israel: y he aquí que están escritas en las Lamentaciones.


Y JOB volvió a entonar su canto, y dijo:


que entonarás este cántico triunfal respecto del rey de Babilonia, y dirás: ¡Cómo ha cesado de sus vejaciones el opresor! ¡el exactor de oro ha cesado!


La tierra será enteramente vaciada y completamente saqueada; porque Jehová ha hablado esta palabra.


Entonces yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? y respondió: Hasta que las ciudades queden desoladas, por falta de habitantes; y las casas, por no haber hombre en ellas; y la tierra venga a ser una desolación completa;


Si salgo al campo, ¡he aquí los muertos a cuchillo! y si entro en la ciudad, ¡he aquí los enfermos a causa del hambre! pues ya tanto el profeta como el sacerdote andan en torno de la tierra, sin saber a dónde van.


He aquí que como nubes subirá el asolador, y como torbellino, sus carros de guerra; más ligeros que las águilas son sus caballos: ¡ay de nosotros, porque somos dados a saco!


Y sus casas serán transferidas a otros, juntamente con sus campos y sus mujeres; pues voy a extender mi mano contra los habitantes del país dice Jehová.


Por tanto daré sus mujeres a otros, y sus campos a los que los han de poseer; porque desde el menor hasta el mayor, cada uno de ellos es dado a ganancias injustas; desde el profeta hasta el sacerdote, cada uno practica el engaño.


A causa de las montañas alzaré lloro y llanto, y por los pastos del desierto, lamentación; porque están quemados, de modo que ninguno pasa por ellos, ni se oye la voz de ganado: desde las aves del cielo hasta las bestias, todo ha huído, se ha ido.


Y los esparciré entre las naciones, que ni ellos ni sus padres han conocido; y enviaré en pos de ellos la espada, hasta que yo los haya consumido.


¶He aquí que todos los que hablan en refranes te aplicarán este refrán, diciendo: ¡Cual la madre, tal su hija!


Y lo extendió delante de mí; el cual estaba escrito por dentro y por fuera; y lo escrito en él eran endechas, y lamentaciones, y ayes.


¡Ceñíos de saco y plañid, oh sacerdotes! ¡aullad, vosotros ministros del altar! ¡venid, yaced toda la noche en sacos, vosotros los ministros de mi Dios! ¡porque la ofrenda vegetal y las libaciones han sido apartadas de la Casa de Jehová!


¡Laméntate, oh tierra, cual joven esposa, que, ceñida de saco, llora al marido de su mocedad!


ESCUCHAD esta palabra que entono sobre vosotros, como cántico fúnebre, oh casa de Israel;


Y en todas las viñas habrá lamentos; porque yo pasaré por en medio de ti, dice Jehová.


Aun te traeré quien te posea, oh habitadora de Maresa; hasta Adullam vendrá la gloria de Israel.


Por esto haré lamentos y aullaré, andando despojado y desnudo; daré gritos lastimeros como los chacales, y quejidos como los avestruces.


Levantaos y marchad, porque no es éste vuestro descanso; por cuanto está contaminado, el enemigo lo devastará, y eso con espantosa devastación.


¿Acaso todos éstos no entonarán canción contra él? ¿no cantarán contra él una oda satírica, diciendo: ¡Ay de aquel que amontona lo que no es suyo! (¿hasta cuándo será?) y que carga sobre sí las prendas arrebatadas?


Destruiré completamente todas las cosas de sobre la haz de la tierra, dice Jehová.


Entonces él entonó su canción, y dijo: ¡Levántate, Balac, y oye; préstame atención, oh hijo de Zipor!


Entonces Balaam entonó su canción, y dijo: Desde Aram me ha traído Balac, el rey de Moab, desde las montañas de Oriente, diciendo: ¡Ven, maldíceme a Jacob, y, ven, derrama tus imprecaciones sobre Israel!


Luego entonó su canción, y dijo: Dice Balaam hijo de Beor, y dice el varón cuyos ojos están abiertos,


entonó pues su canción, y dijo: Dice Balaam hijo de Beor, y dice el varón cuyos ojos están abiertos,


Y procuraban prenderle: mas temían al pueblo (porque percibían que contra ellos había dicho la parábola); y dejándole, se fueron.


por manera que palparás al medio día como palpa un ciego en las tinieblas; y no serás prosperado en tus caminos, sino que serás solamente oprimido y robado todos los días; y no habrá quien te salve.


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