Biblia Todo Logo
Διαδικτυακή Βίβλος
- Διαφημίσεις -





Marcos 7:34 - Biblia Version Moderna (1929)

34 y mirando hacia el cielo, gimió, y dijo: ¡Ephphatha! es decir: ¡Sé abierto!

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο


Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

34 y levantando los ojos al cielo, gimió, y le dijo: Efata, es decir: Sé abierto.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Mirando al cielo, suspiró y dijo: «Efatá», que significa «¡Ábranse!».

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Católica (Latinoamericana)

34 En seguida levantó los ojos al cielo, suspiró y dijo: 'Effetá', que quiere decir: 'Abrete.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

La Biblia Textual 3a Edicion

34 y mirando al cielo, suspiró, y le dice: ¡Effathá! (Es decir, ábrete.)

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Y levantando entonces los ojos al cielo, suspiró y le dice: '¡Effathá!', que significa: '¡Ábrete!'.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο




Marcos 7:34
21 Σταυροειδείς Αναφορές  

¶Y aconteció que, pasados muchos días, murió el rey de Egipto: entre tanto los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre; y clamaron, y subió a Dios su clamor, a causa de su servidumbre.


¡Despreciado y desechado de los hombres; varón de dolores y que sabe de padecimientos! y como uno de quien se aparta la vista, despreciado fué, y no hicimos aprecio de él.


Y Jesús, compadecido, extendió la mano, y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio.


Y a la hora de nona clamó Jesús a gran voz: ELOÍ, ELOÍ, LAMMÁ SABACTANÍ; que traducido, quiere decir: ¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿por qué me has desamparado?


Y tomándola de la mano, le dice: Talitha cumi; que traducido, quiere decir: Niña, a ti te digo, levántate.


Y tomando los cinco panes y los dos peces, miró al cielo, y los bendijo; y partiendo los panes, dió a los discípulos, para que se los pusiesen delante: y repartió los dos peces entre todos.


Y se le abrieron los oídos, y desatóse la ligadura de su lengua, y hablaba claramente.


Mas él gimiendo profundamente en su espíritu, dijo: ¿Por qué pide esta generación una señal? En verdad os digo que no se dará señal alguna a esta generación.


Y Jesús le dijo: Recibe la vista; tu fe te ha sanado.


Y cuando llegó cerca y vió la ciudad, lloró sobre ella,


Y acercándose, tocó las andas; y los que le llevaban se pararon. Y dijo ¡Mancebo, yo te digo: Levántate!


Por tanto, Jesús, cuando la vió a ella sollozando, y sollozando también a los judíos que habían venido con ella, fué profundamente conmovido en su espíritu, y se turbó;


Jesús, por tanto, profundamente conmovido otra vez en sí mismo, viene al sepulcro. Era una cueva, y una piedra estaba recostada contra ella.


Quitaron entonces la piedra del lugar donde yacía el muerto. Y Jesús alzó los ojos hacia arriba, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has oído.


Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!


ESTAS cosas habló Jesús; y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha venido; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo también te glorifique a ti;


Y Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y al instante se levantó.


Mas Pedro, habiéndolas hecho salir a todas, se puso de rodillas y oró; luego, volviéndose hacia el cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos; y viendo a Pedro, se incorporó.


Porque no tenemos un sumo sacerdote que sea incapaz de compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo punto, así como nosotros, mas sin pecado.


Ακολουθησε μας:

Διαφημίσεις


Διαφημίσεις