Lucas 8:7 - Biblia Version Moderna (1929)

⁷ Y otra parte cayó entre espinos; y los espinos, naciendo juntamente con ella, la ahogaron.

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron junto con ellas y ahogaron los brotes.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ Otra cayó entre espinos, y los espinos crecieron con la semilla y la ahogaron.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ Otra cayó en medio de las espinas, y creciendo juntamente las espinas, la ahogaron.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ Otro poco cayó en medio de las zarzas; y cuando las zarzas crecieron juntamente, lo ahogaron.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁷ Y otra parte cayó entre espinos; y creciendo los espinos juntamente con ella, la ahogaron.

Lucas 8:7 Σταυροειδείς Αναφορές

Génesis 3:18

y te producirá espinos y abrojos, y comerás de las plantas del campo.

Jeremías 4:3

Pues así dice Jehová a los hombres de Judá y de Jerusalem: Haced barbecho para vosotros, y no sembréis entre espinos.

Mateo 13:22

Y el que fue sembrado entre espinos, es aquel que oye la palabra; mas el afán del siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y viene a quedar sin fruto.

Mateo 13:7

Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.

Marcos 4:7

Y otra parte cayó entre los espinos; y crecieron los espinos y la ahogaron, y no dió fruto.

Lucas 21:34

¶Mirad, pues, por vosotros mismos, no sea que vuestros corazones sean entorpecidos con la glotonería, y la embriaguez, y los cuidados de esta vida, y así os sobrevenga de improviso aquel día,

Lucas 8:14

Y la que cayó entre espinos, son los que habiendo oído, siguen su camino, y son ahogados con las afanes y las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran fruto.

Lucas 8:6

Y otra parte cayó sobre la roca; y cuando nació, se secó, porque no tenía humedad.

Lucas 8:8

Y otra parte cayó entierra buena; y creciendo, llevó fruto a ciento por uno. Al decir estas cosas, clamó: ¡El que tiene oídos para oír, oiga!