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Lucas 23:40 - Biblia Version Moderna (1929)

40 Mas respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Tú ni siquiera temes a Dios, aunque estás en la misma condenación?

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

40 Pero el otro criminal protestó: «¿Ni siquiera temes a Dios ahora que estás condenado a muerte?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

40 Pero el otro lo reprendió diciendo: '¿No temes a Dios tú, que estás en el mismo suplicio?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

40 Pero interviniendo el otro, reprendiéndolo,° dijo: ¿Ni aun temes a Dios, tú que estás en el mismo castigo?°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

40 Pero el otro lo reprendió, diciendo: '¿Ni siquieras tú temes a Dios, tú que estás padeciendo el mismo suplicio?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

40 Y respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿No temes tú a Dios, aun estando en la misma condenación?

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Lucas 23:40
12 Σταυροειδείς Αναφορές  

Pero en el tiempo de su mayor apuro se portó más y más traidoramente contra Jehová este mismo rey Acaz:


LA vida depravada del inicuo dice en medio de mi corazón, que no hay temor de Dios delante de sus ojos.


¡Oh Jehová! ¿no están tus ojos dirigidos hacia la verdad? tú los castigaste, mas no se dolieron; los consumiste, mas se negaron a recibir la corrección; han hecho sus rostros más duros que la roca; rehusan volverse a ti.


¶No odiarás a tu hermano en tu corazón; ciertamente reprenderás a tu prójimo, para que no lleves pecado por su causa.


Viniendo, pues, los que habían idocerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario.


Y Jesúsles dice: ¿Por qué sois cobardes, hombresde poca fe?  Entonces, levantándose, reprendió a los vientos, y al mar; y fué hecha grande bonanza.


Os enseñaré empero a quién debéis temer: Temed a Aquel que después de matar, tiene poder de echar en el infierno; en verdad os digo: Temedle a él.


¶Y uno de los malhechores que estaban crucificados, le escarnecía, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? sálvate a ti mismo, y a nosotros.


y nosotros a la verdad justamente; porque recibimos la pena debida a nuestros hechos: pero éste ningún mal ha hecho.


y no teniendo comunión con las obras infructuosas de las tinieblas, mas antes reprendiéndolas;


¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? porque tú solo eres santo: porque todas las naciones vendrán y adorarán delante de ti; porque tus actos de justicia han sido manifestados.


y blasfemaban al Dios del cielo, a causa de los dolores y de las úlceras; y no se arrepintieron de sus obras.


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