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Lucas 12:37 - Biblia Version Moderna (1929)

37 ¡Bienaventurados aquellos siervos, a quienes su señor, cuando viniere, los hallare velando! en verdad os digo, que él mismo se ceñirá, y haciendo que ellos se sienten a la mesa, se llegará y les servirá.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

37 Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

37 Los siervos que estén listos y a la espera de su regreso serán recompensados. Les digo la verdad, él mismo les indicará dónde sentarse, se pondrá el delantal y les servirá mientras están a la mesa y comen.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

37 Felices los sirvientes a los que el patrón encuentre velando a su llegada. Yo les aseguro que él mismo se pondrá el delantal, los hará sentar a la mesa y los servirá uno por uno.

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La Biblia Textual 3a Edicion

37 Bienaventurados aquellos siervos a quienes, cuando venga su señor, los halle° velando. De cierto os digo que se ceñirá y los reclinará a la mesa, y pasando, les servirá.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

37 Dichosos aquellos criados a quienes el señor, al volver, los encuentre velando. Os lo aseguro: él también se ceñirá la cintura, los hará ponerse a la mesa y se acercará a servirles.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

37 Bienaventurados aquellos siervos a quienes el señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá y les servirá.

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Lucas 12:37
25 Σταυροειδείς Αναφορές  

Porque como un mancebo se casa con una virgen, así tus hijos te poseerán a ti; y de la manera que el novio se regocija sobre la novia, así tu Dios se regocijará sobre ti.


Y me regocijaré sobre ellos para hacerles bien, y los plantaré en esta tierra en verdad, de todo mi corazón y de toda mi alma.


¡Jehová tu Dios está en medio de ti; el que es poderoso te salvará: se regocijará sobre ti con alegría, descansará en su amor, y saltará de gozo sobre ti, cantando!


¡Velad, pues, porque no sabéis en qué día ha de venir vuestro Señor!


y sed vosotros mismos como hombres que aguardan a su señor, cuando haya de volver de las bodas; a fin de que cuando venga y llame, le abran al instante.


Bienaventurado aquel siervo, a quien su señor cuando viniere, le hallare haciendo así.


¿no le dirá más bien: Adereza para que cene yo; y cíñete, y sírveme, hasta que yo haya comido y bebido; y después de esto tú comerás y beberás?


Velad, pues, en todo tiempo, y orad, a fin de que logréis evitar todas estas cosas que van a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre.


Porque ¿cual es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿no es aquel que se sienta a la mesa? pero yo soy entre vosotros como el que sirve.


Si alguno me sirve, sígame; y en donde yo estoy, allí también estará mi servidor: si alguno me sirviere, a éste le honrará mi Padre.


mas, según está escrito:Cosas que ojo no vió, ni oído oyó, y que jamás entraron en pensamiento humano —las cosas grandes que ha preparado Dios para los que le aman.


Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.


pues estoy estrechado por ambas partes, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo; lo cual es mucho mejor.


pues que de esta manera se os suministrará, con rica abundancia, la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.


¶Por lo cual, amados míos, ya que esperáis estas cosas, poned empeño, para que seáis hallados en paz, sin mácula, e irreprensibles delante de él.


¶Y oí una voz procedente del cielo, que decía: ¡Bienaventurados los muertos que mueren en el Señor, de aquí en adelante! ¡así sea! dice el Espíritu; para que descansen de sus trabajos; y sus obras los van siguiendo.


(He aquí, yo vengo como ladrón.  Bienaventurado aquel que vela, y guarda sus vestidos; no sea que ande desnudo, y vean su vergüenza.)


Al que venciere, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo también vencí, y me senté con mi Padre en su trono.


porque el Cordero, que está en medio, delante del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de agua de vida; y limpiará Dios de los ojos de ellos toda lágrima.


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