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Lucas 10:33 - Biblia Version Moderna (1929)

33 Mas un samaritano que iba de camino, vino cerca de él; y cuando le vió, le tuvo compasión;

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

33 »Entonces pasó un samaritano despreciado y, cuando vio al hombre, sintió compasión por él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

33 Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio; pero éste se compadeció de él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

33 Pero un samaritano que iba de camino, se acercó a él, y al verlo, fue movido a compasión;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 Pero un samaritano que iba de camino llegó hasta él y, al verlo, se compadeció,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino adonde él estaba, y cuando lo vio, tuvo compasión de él;

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Lucas 10:33
14 Σταυροειδείς Αναφορές  

y perdona a tu pueblo en lo que hubieren pecado contra ti, y todas sus transgresiones con que se hubieren rebelado contra ti, y haz que hallen misericordia delante de los que los hubieren llevado cautivos, de modo que éstos tengan compasión de ellos.


Y cuando la abrió, vió al niño: ¡y he aquí que el niñito lloraba! Y tuvo compasión de él, y dijo: Uno de los niños hebreos es éste.


No abandones a tu amigo, ni al amigo de tu padre, para ir a la casa de tu hermano en el día de tu calamidad; pues mas vale el amigo allegado que el hermano alejado.


¶A estos doce envió Jesús, después de haberles dado encargo, diciendo: No vayáis en camino de gentiles, ni entréis en ciudad de Samaritanos;


¿pues no debías tú también usar de misericordia para con tu consiervo, así como yo tuve misericordia de ti?


De igual manera un levita también, cuando vino al lugar, le miró, y pasó de largo, enfrente de él.


y llegándose, le vendó las heridas, echando en ellas aceite y vino, y poniéndole sobre su misma bestia, le llevó al mesón, y cuidó de él.


Y viéndola el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: ¡No llores!


Le dice por tanto la mujer samaritana: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí que soy mujer samaritana? (porque los judíos no se tratan con los samaritanos).


¶Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien que tú eres samaritano, y tienes demonio?


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