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Levítico 4:34 - Biblia Version Moderna (1929)

34 Entonces el sacerdote con su dedo tomará de la sangre de la ofrenda por el pecado, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y toda la sangre restante la derramará al pie del altar.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

34 Después con su dedo el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de la sangre al pie del altar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Luego el sacerdote mojará su dedo en la sangre de la ofrenda por el pecado y la pondrá en los cuernos del altar de las ofrendas quemadas, y derramará el resto de la sangre al pie del altar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 El sacerdote mojará su dedo en la sangre y teñirá con ella los cuernos del altar de los holocaustos, luego derramará el resto de la sangre al pie del altar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Después el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la víctima expiatoria y la pondrá en los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de su sangre al pie del altar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Luego el sacerdote tomará con su dedo sangre de la víctima expiatoria, la pondrá en los cuernos del altar de los holocaustos y derramará la sangre restante al pie del altar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

34 Y el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la ofrenda por el pecado, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto; y derramará toda la sangre al pie del altar.

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Levítico 4:34
15 Σταυροειδείς Αναφορές  

Jehová se complace con él a causa de su propia justicia; engrandece la ley, y la hace honorable.


Pondrá también de la sangre sobre los cuernos del altar que está delante de Jehová, el altar que está dentro del Tabernáculo de Reunión; y toda la demás sangre la derramará al pie del altar del holocausto, que está a la entrada del Tabernáculo de Reunión.


Entonces el sacerdote con su dedo tomará de la sangre de la ofrenda por el pecado, y la pondrá sobre los cuernos del altar del  holocausto; y la sangre restante la derramará al pie del altar del holocausto;


Entonces el sacerdote con su dedo tomará de la sangre de ella, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto: y toda la sangre restante la derramará al pie del altar.


El sacerdote pondrá también de aquella sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, delante de Jehová; es decir, del altar que está dentro del Tabernáculo de Reunión; y toda la demás sangre del novillo la derramará al pie del altar del holocausto, que está a la entrada del Tabernáculo de Reunión.


Y por su causa yo a mí mismo me santifico, para que ellos también sean santificados con la verdad.


porque Cristo es el fin de la ley para justicia, a todo creyente.


NO hay pues ahora condenación alguna para los que están en Cristo Jesús.


Pues lo que no pudo la ley, según estaba debilitada por medio de la carne, lo hizo Dios, el cual, envió a su Hijo en semejanza de nuestra carne pecaminosa, y como ofrenda por el pecado, condenó el pecado en la carne de él:


Pues a aquel que no conoció pecado, le hizo pecado, a causa de nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.


¿de cuánto más severo castigo, pensáis, que será tenido por digno aquel que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha estimado como inmunda la sangre del pacto con que había sido consagrado al servicio de Dios, y ha hecho ultraje al Espíritu de gracia?


Pues convenía a aquel para quien son todas las cosas, y por medio de quien son todas las cosas, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, hacer perfecto al autor de su salvación por medio de los padecimientos.


quien mismo llevó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, a fin de que nosotros, estando muertos a los pecados, viviésemos a la justicia: por cuyas llagas vosotros fuisteis sanados.


Porque Cristo también padeció por los pecados, una vez para siempre, el justo por los injustos, a fin de llevarnos a Dios, cuando fué muerto en cuanto a la carne, pero vivificado en cuanto al espíritu;


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