Biblia Todo Logo
Διαδικτυακή Βίβλος
- Διαφημίσεις -





Juan 8:42 - Biblia Version Moderna (1929)

42 Les dijo Jesús: Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais a mi; porque yo procedí y he venido de Dios: porque no vine de mí mismo, sino que él me envió.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο


Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Nueva Traducción Viviente

42 Jesús les dijo: —Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque he venido a ustedes de parte de Dios. No estoy aquí por mi propia cuenta, sino que él me envió.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Católica (Latinoamericana)

42 Jesús les replicó: 'Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían a mí, porque yo he salido de Dios para venir aquí. No he venido por iniciativa propia, sino que él mismo me ha enviado.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

La Biblia Textual 3a Edicion

42 Jesús les dijo: Si Dios fuera vuestro padre, ciertamente me amaríais, porque Yo procedo y he venido de Dios. No he venido de mí mismo, sino del que me envió.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

42 Les respondió Jesús: 'Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo salí y vengo de Dios; pues no he venido por mi cuenta, sino que él me ha enviado.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

42 Jesús entonces les dijo: Si Dios fuese vuestro Padre, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que Él me envió.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο




Juan 8:42
22 Σταυροειδείς Αναφορές  

El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor: pues si yo soy Padre, ¿dónde está mi honra? y si soy Señor, ¿dónde está el temor que se me debe? dice Jehová de los Ejércitos a vosotros, oh sacerdotes que despreciáis mi Nombre. Y decís: ¿En qué hemos despreciado tu Nombre?


¶Y el Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su glorila, gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.


Porque no he hablado de mí mismo, sino que el Padre que me envió, me ha dado mandamiento de lo que debo decir y lo que debo hablar.


conociendo Jesús que el Padre había entregado todas las cosas en sus manos, y que había venido de Dios, y estaba para ir a Dios,


¿No creéis que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? las palabras que os hablo, no de mí mismo las hablo; mas el Padre, morando en mí, hace sus obras.


Ahora conocemos que tú sabes todas las cosas, y no has menester que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de con Dios.


¡Oh Padre justo! el mundo no te ha conocido; mas yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.


porque las palabras que tú me diste, se las he dado yo a ellos; y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que de contigo salí yo, y han creído que tú me enviaste.


Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por medio de él.


para que todos honren al Hijo de la misma manera que honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.


Yo he venido en el nombre de mi Padre, y no me recibís: si otro viniere en su propio nombre, a éste sí recibiréis.


Jesús respondió y les dijo: Aunque doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es digno de fe; porque sé de donde vine, y a donde voy; vosotros empero no sabéis de dónde vine, ni adonde voy.


Si alguno no ama al Señor Jesucristo, ¡sea anatema! ¡Maran-atha!


Mas cuando vino la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, hecho de mujer, hecho bajo ley,


Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo.


Sabemos empero que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento, para que conozcamos a aquel que es verdadero; y nosotros estamos en el que es verdadero, es decir, en su Hijo Jesucristo.  Éste es el verdadero Dios y la vida eterna.


Y ME mostró un río de agua de vida, resplandeciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la plaza de la ciudad.


Ακολουθησε μας:

Διαφημίσεις


Διαφημίσεις