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Josué 2:3 - Biblia Version Moderna (1929)

3 Por lo cual el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Saca fuera a los hombres que han venido a ti, los mismos que entraron en tu casa; porque han venido a explorar toda la tierra.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

3 Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu casa; porque han venido para espiar toda la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Entonces el rey de Jericó le envió una orden a Rahab: «Saca fuera a los hombres que llegaron a tu casa, porque han venido a espiar todo el territorio».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Entonces el rey de Jericó mandó a decir a Rahab: 'Haz que salgan esos hombres que se han alojado en tu casa, pues han venido para informarse de nuestro territorio'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: ¡Echa fuera a esos hombres que llegaron a ti y han entrado en tu casa, pues han venido a espiar todo el país!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Entonces el rey de Jericó envió este mensaje a Rajab: 'Haz salir a los hombres que han venido a ti, los que han entrado en tu casa, pues han venido a explorar todo el país'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Entonces el rey de Jericó, envió a decir a Rahab: Saca fuera los hombres que han venido a ti, y han entrado en tu casa; porque han venido a espiar toda la tierra.

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Josué 2:3
15 Σταυροειδείς Αναφορές  

Mas sucedió que como a los tres meses fué dado aviso a Judá, diciendo: Tu nuera Tamar ha estado fornicando, y he aquí también que está preñada de sus fornicaciones. Y dijo Judá: ¡Sacadla, para que sea quemada!


Mas nosotros le dijimos: Hombres de bien somos, no somos espías.


Entonces dijeron los príncipes de los hijos de Ammón a Hanún su señor: ¿Te parece que David quiere honrar a tu padre, por cuanto te ha enviado consoladores? ¿No es más bien para examinar la ciudad y para explorarla, a fin de derribarla para lo que ha enviado David sus siervos a ti?


En esto llegaron los siervos de Absalom a donde estaba la mujer, dentro de la casa, y dijeron: ¿En dónde están Ahimaaz y Jonatán? Y la mujer les respondió: Han pasado el arroyo de las aguas. Ellos pues los buscaron; mas no hallándolos, se volvieron a Jerusalem.


Entonces dijeron los príncipes de los hijos de Ammón a Hanún: ¿Te parece que David quiere honrar a tu padre, por cuanto te ha enviado consoladores? ¿No es más bien para examinar, y reconocer, y explorar el país, que han venido sus siervos a ti?


que para el día de la perdición es reservado el inicuo? al día de las iras ellos serán conducidos.


Saca al maldiciente fuera del campamento, y todos los que le oyeron pongan las manos sobre su cabeza, y apedréele toda la Congregación.


Pilato entonces salió otra vez, y les dijo: ¡He aquí, le saco a vosotros para que sepáis que yo no hallo en él crimen alguno!


Y habiéndole prendido, le puso en la cárcel, y le entregó a cuatro piquetes de soldados, de a cuatro cada uno, para que le guardasen; con intención de sacarle al pueblo después de la Pascua.


Y cuando Herodes estaba para sacarle, aquella misma noche estaba Pedro dormido en medio de dos soldados, atado con dos cadenas; y los guardas, delante de la puerta, guardaban la cárcel.


Y lo hicieron así, sacándole de la cueva a los cinco reyes, a saber, al rey de Jerusalem, al rey de Hebrón, al rey de Jarmut, al rey de Laquís y al rey de Eglón.


Y fué dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que esta noche entraron acá unos hombres de los hijos de Israel, para explorar la tierra.


Mas la mujer ya había tomado a los dos hombres y los había escondido. Ella pues respondió: Verdad es que vinieron a mí aquellos hombres, mas yo no sabía de dónde eran.


Entonces él le dijo: Ponte a la puerta de la tienda; y será que si alguno viniere y te preguntare, diciendo: ¿Hay aquí alguien? le responderás: Nadie.


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