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Jeremías 9:10 - Biblia Version Moderna (1929)

10 A causa de las montañas alzaré lloro y llanto, y por los pastos del desierto, lamentación; porque están quemados, de modo que ninguno pasa por ellos, ni se oye la voz de ganado: desde las aves del cielo hasta las bestias, todo ha huído, se ha ido.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Por los montes levantaré lloro y lamentación, y llanto por los pastizales del desierto; porque fueron desolados hasta no quedar quien pase, ni oírse bramido de ganado; desde las aves del cielo hasta las bestias de la tierra huyeron, y se fueron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Lloraré por las montañas y gemiré por los pastos del desierto; pues están desolados y no tienen vida. Ya no se escucha el mugido del ganado; todas las aves y los animales salvajes han huido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Voy a hacer de Jerusalén un montón de piedras, una guarida de chacales, y de las ciudades de Judá, un desierto donde nadie viva.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Por los montes alzaré mi lloro y mi lamento, Y una endecha por los pastos del desierto, Porque están quemados y no hay quien pase, Ni se oye el bramido de ganado; Desde las aves de los cielos hasta las bestias, Todo ha huido, todo se ha ido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Haré de Jerusalén una escombrera, una guarida de chacales; de las ciudades de Judá haré un desierto sin habitantes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Por las montañas levantaré lloro y lamentación, y llanto por los pastos del desierto; porque desolados fueron hasta no quedar quien pase, ni oyeron bramido de ganado; desde las aves del cielo hasta las bestias de la tierra huyeron, y se fueron.

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Jeremías 9:10
30 Σταυροειδείς Αναφορές  

He aquí, yo haré que seas un trillo cortante nuevo, armado de dientes. Trillarás las montañas y las desmenuzarás, y reducirás, como a tamo, los collados.


Porque en cuanto a tus desiertos y tus lugares asolados, y tu tierra dejada en ruinas, ésta será entonces demasiado estrecha los habitantes; y los que te devoraban estarán ya muy lejos.


Muchos pastores han destruído mi viña; han rehollado mi campo; han convertido mi porción amena en un desierto y una soledad.


Sí, la han convertido en una desolación; se me queja a mí siendo desolada: desolada está toda la tierra; por cuanto no hay hombre que reflexione en su corazón.


¿Hasta cuándo llorará la tierra, y se marchitarán las plantas de todo campo? A causa de la maldad de los que habitan en ella, las bestias han perecido, y las aves; por cuanto ellos dijeron: ¡Jehová no verá nuestra postrimería!


Los asnos monteses también se detienen sobre los cerros pelados; con sus narices toman el viento, como chacales; desfallecen sus ojos, porque no hay cosa verde.


Contra él rugieron los leoncillos, y dieron sus bramidos; y convirtieron su tierra en una desolación: sus ciudades han sido quemadas; quedan sin habitante.


Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, el que nos hizo subir de la tierra de Egipto, el que nos condujo por el desierto, por una tierra de yermos y de hoyos, por una tierra de sequía y de sombra de muerte, tierra por donde nadie pasa, y donde ningún hombre habita?


Porque la tierra está atestada de adúlteros, y porque a causa de juramentos falsos se enluta la tierra: están secados los pastos del desierto; puesto que la carrera de estas gentes es hacia el mal, y su valentía consiste en hacer lo que no es recto.


Pues sube contra ella desde el Norte una nación que tornará su tierra en una desolación, de modo que no habrá quien habite en ella; desde el hombre hasta la bestia, todo huye y se va.


¡Rapa, oh Sión, las guedejas de tu nazareato, y arrójalas de ti; y alza sobre los cerros pelados una lamentación! porque Jehová ha despreciado y desechado la generación de su ira:


¡Oh si pudiera consolarme en mi angustia! mi corazón desfallece dentro de mí.


AYIN.- A causa de estas cosas estoy llorando; ¡mis ojos, mis ojos se deshacen en aguas!  por cuanto está lejos de mí el consolador que hubiera de confortar mi alma: desolados están mis hijos, porque ha prevalecido el enemigo.


KAPH.- Mis ojos se deshacen en lágrimas; hierven mis entrañas; derrámase a tierra mi hígado a causa del quebranto de la hija de mi pueblo; en tanto que se desmayan los pequeñitos y los niños de pecho por las calles de la ciudad.


con motivo del Monte de Sión, el cual está desolado: ¡las zorras se pasean por él!


Si yo hiciere pasar bestias feroces por aquella tierra, las cuales la devastaren, de modo que venga a ser una desolación tal que nadie pase por ella, a causa de las fieras;


Tú pues, oh hijo del hombre, entona sobre Tiro una endecha;


No pasará por ella pie de hombre, ni pie de bestia pasará por ella; ni será habitada por cuarenta años.


Y haré que sea la tierra una desolación y un asombro; y se acabará la soberbia de su poder; y las serranías de Israel quedarán desoladas, de modo que nadie pase por ellas.


En todos los lugares de vuestra habitación, las ciudades serán asoladas, y los altos serán hechos una desolación; a fin de que vuestros altares sean asolados, y vengan a ser una desolación, y sean quebrados y se acaben vuestros ídolos, y sean cortadas vuestras imágenes del sol, y sean extirpadas vuestras hechuras.


Por esto se lamentará la tierra, y todos los que habitan en ella desfallecerán, juntamente con las bestias del campo y las aves del cielo; y hasta los peces de la mar perecerán.


¡Ceñíos de saco y plañid, oh sacerdotes! ¡aullad, vosotros ministros del altar! ¡venid, yaced toda la noche en sacos, vosotros los ministros de mi Dios! ¡porque la ofrenda vegetal y las libaciones han sido apartadas de la Casa de Jehová!


Oh Jehová, yo clamo a ti! porque el fuego ha devorado los pastos del desierto, y la llama abrasa todos los árboles del campo.


ESCUCHAD esta palabra que entono sobre vosotros, como cántico fúnebre, oh casa de Israel;


Por tanto, así dice Jehová, el Dios de los Ejércitos, el Señor: Por todas las calles habrá lamentos, y en todas las afueras de la ciudad, dirán: ¡Ay! ¡ay! a los labradores los llamarán al lloro, y a los lamentos a todos los que saben endechar.


En aquel día alzarán acerca de vosotros un cántico fúnebre, y lamentarán con tristísima lamentación, diciendo: ¡Somos completamente despojados! ¡Dios ha permutado la porción de mi pueblo! ¡cómo me la quita a mí! ¡a los rebeldes ha repartido nuestros campos!


Por tanto, Sión, a causa de vosotros, será arada como un campo, y Jerusalem vendrá a ser montón de ruinas, y el monte de la Casa santa, como altos cubiertos de bosque.


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