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Jeremías 51:5 - Biblia Version Moderna (1929)

5 Porque no está enviudado Israel, ni Judá, desamparado de su Dios, Jehová de los Ejércitos; aunque su tierra está llena de crimen contra el Santo de Israel.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

5 Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, Jehová de los ejércitos, aunque su tierra fue llena de pecado contra el Santo de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Pues el Señor de los Ejércitos Celestiales no ha abandonado a Israel ni a Judá. Todavía es su Dios, aunque su tierra se llenó de pecado contra el Santo de Israel».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 porque Israel no es viuda de su Dios, Yavé de los Ejércitos, aunque su país estaba lleno de pecados contra el Santo de Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Porque Israel y Judá no están viudas de su Dios, De YHVH Sebaot, Aunque su tierra esté llena de pecados Contra el Santo de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 porque su país está lleno de culpa ante el Santo de Israel. Pues Israel y Judá no están viudas de su Dios, Yahveh Sebaot'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, Jehová de los ejércitos, aunque su tierra fue llena de pecado contra el Santo de Israel.

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Jeremías 51:5
37 Σταυροειδείς Αναφορές  

y habitaré en medio de los hijos de Israel, y nunca dejaré a mi pueblo Israel.


Además de esto, Manasés derramó la sangre inocente en grande abundancia, hasta llenar a Jerusalem de cabo a cabo; fuera de su pecado con que hizo pecar a Judá, haciendo lo que era malo a los ojos de Jehová.


porque siervos somos. Sin embargo, en nuestra servidumbre no nos ha desamparado nuestro Dios, sino que nos ha extendido su misericordia delante de los reyes de Persia, para volver a darnos vida, para hacer levantar la Casa de nuestro Dios, y restaurar sus ruinas, y para darnos un vallado en Judá y Jerusalem.


Porque no desechará Jehová a su pueblo, ni desamparará a su herencia;


¡Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel; porque tú eres mi siervo! te he formado, mi siervo eres tú; ¡oh Israel, tú no serás olvidado de mí!


Porque yo soy Jehová tu Dios, el que aterra el mar, de modo que se ponen en consternación sus ondas; Jehová de los Ejércitos es su nombre.


Y se les llamará Pueblo Santo, los Redimidos de Jehová; y serás tú llamada la Buscada, ciudad no desamparada.


¿Has rechazado del todo a Judá? ¿o tiene tu alma aborrecida a Sión? ¿por qué pues nos has herido de modo que no hay para nosotros cura? ¡Esperábamos la paz, pero no vino ningún bien; tiempo de sanidad, mas he aquí desmayo!


¿Por qué has de ser como hombre atónito, como un valiente que no puede  salvar? ¡Mas tú, oh Jehová, estás en medio de nosotros, y de tu nombre somos llamados! ¡no nos dejes!


Así pues recompensaré primero al doble su iniquidad y su pecado: porque han contaminado mi tierra con los cuerpos muertos de sus cosas detestables, y han llenado mi herencia con sus abominaciones.


porque me han dejado, y me han enajenado este lugar, quemando incienso en él a otros dioses que ellos no conocieron, ni sus padres, ni los reyes de Judá: y han llenado este lugar de la sangre de hombres inocentes;


Por tanto, así dice Jehová de los Ejércitos acerca de los profetas: He aquí que yo les haré comer ajenjo, y les haré beber agua de hiel; porque desde los profetas de Jerusalem ha salido la impiedad por toda la tierra.


Así dice Jehová: Si se midieren los cielos arriba, o se escudriñaren los cimientos de la tierra abajo, entonces podré yo también desechar toda la simiente de Israel, a causa de todo lo que ellos han hecho, dice Jehová.


¡No temas tú, siervo mío Jacob! dice Jehová; porque contigo estoy yo; pues que exterminaré todas las naciones adonde te he arrojado, mas no te exterminaré a ti; sin embargo te corregiré con moderación, y no te dejaré absolutamente sin castigo.


En aquellos días y en ese tiempo, dice Jehová, será buscada la iniquidad de Israel, y no la habrá, y los pecados de Judá, mas no podrán ser hallados; porque habré perdonado al resto de mi pueblo que yo me hubiere reservado.


La porción de Jacob no es parecida a ellas; porque él es el Hacedor de todas las cosas, e Israel es la tribu de su herencia; ¡Jehová de los Ejércitos es su nombre!


Entonces me dijo: ¿Has visto esto, oh hijo del hombre? ¿Es acaso cosa liviana para la casa de Judá el hacer las abominaciones que cometen aquí? pues han llenado la tierra de violencia, y luego se vuelven para provocarme a ira: y ¡he allí, cómo aplican el ramillete a la nariz!


Entonces él me contestó: La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es sobremanera grande; de modo que la tierra se ha llenado de homicidios, y la ciudad está atestada de perversidad: porque ellos dicen: Ha abandonado la tierra Jehová; y, Jehová no lo ve.


¶Sin embargo de esto, el número de los hijos de Israel será como las arenas del mar, que no pueden ser medidas ni contadas: y acontecerá que en el lugar donde les fué dicho: No sois mi pueblo, les será dicho: ¡Hijos sois del Dios vivo!


LLAMAD pues a vuestros hermanos Ammí, y a vuestras hermanas Ruhama.


no sea que yo la despoje de sus ropas, dejándola desnuda, y la ponga tal como estaba en el día que nació; y la torne como un desierto, y la ponga como una tierra seca, y la haga morir de sed:


¡OÍD el oráculo de Jehová, oh hijos de Israel! porque Jehová tiene una contienda con los habitantes del país, por cuanto no hay verdad, y no hay misericordia, y no hay conocimiento de Dios en la tierra.


¡No hay más que perjurio, y mala fe, y homicidio, y hurto y adulterio! ¡rompen por todo; y un charco de sangre toca a otro!


¿Quién es un Dios semejante a ti, que perdona la iniquidad, y pasa por alto la transgresión del resto de su herencia? no retiene para siempre su ira, porque se deleita en la misericordia.


Cumplirás la verdad prometida a Jacob, la misericordia pactada con Abraham; la cual juraste a nuestros padres desde los días de la antigüedad.


En aquel día haré que sean los caudillos de Judá como brasero de ascuas en medio de la leña, y como hacha encendida entre las gavillas; pues devorarán a diestra y a siniestra a todos los pueblos de alrededor: y Jerusalem habitará otra vez en su mismo asiento, es decir, en Jerusalem.


En aquel día Jehová será escudo a los habitantes de Jerusalem; y el más débil de entre ellos en aquel día será como David, y la casa de David, como Dios, como el Ángel de Jehová delante de ellos.


Y Jehová habitará en Judá, como porción suya, en la tierra santa, y otra vez escogerá a Jerusalem.


Porque Jehová, a causa de su gran nombre, no desamparará a su pueblo; ya que quiso Jehová haceros pueblo suyo.


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