Jeremías 4:6 - Biblia Version Moderna (1929)6 ¡Alzad bandera con dirección a Sión; huid por salvaros; no os detengáis! porque voy a traer un mal desde el norte, y gran destrucción. Δείτε το κεφάλαιοΠερισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 19606 Alzad bandera en Sion, huid, no os detengáis; porque yo hago venir mal del norte, y quebrantamiento grande. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Nueva Traducción Viviente6 Levanten una bandera de señales como una advertencia para Jerusalén: “¡Huyan de inmediato! ¡No se demoren!”. Pues desde el norte traigo una terrible destrucción sobre ustedes». Δείτε το κεφάλαιοBiblia Católica (Latinoamericana)6 Icen banderas como señales hacia el lado de Sión. ¡Huyan, no se paren!' Pues yo traigo del norte la desgracia y una catástrofe inmensa. Δείτε το κεφάλαιοLa Biblia Textual 3a Edicion6 Alzad estandarte hacia Sión, Buscad refugio aprisa, no os paréis; Porque Yo traigo del norte la desgracia, una gran calamidad: Δείτε το κεφάλαιοBiblia Serafín de Ausejo 19756 Izad bandera hacia Sión: aprisa, no os paréis, pues traigo una desgracia desde el norte, un desastre inmenso. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Reina Valera Gómez (2023)6 Alzad bandera hacia Sión, retiraos, no os detengáis; porque yo traeré mal del norte, y gran destrucción. Δείτε το κεφάλαιο |
Y después de esto, dice Jehová, entregaré a Sedequías rey de Judá, y a sus siervos y al pueblo, (es decir, a los que en esta ciudad fueren dejados de la peste y de la espada y del hambre), en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y en mano de los demás enemigos de ellos, y en mano de los que buscan su vida; y él los herirá a filo de espada: no los perdonará, ni tendrá piedad, ni usará de compasión.
he aquí que enviaré y tomaré a todas las familias del Norte, dice Jehová, y a Nabucodonosor rey de Babilonia, siervo mío, y los traeré contra este país y contra todos sus habitantes, y contra todas las naciones de al derredor; a las que destruiré del todo, y las convertiré en asombro y en silbido y en desolaciones perpetuas.
En efecto, he aquí seis varones, que venían por el camino de la puerta superior, que mira hacia el norte; y cada uno traía en su mano su hacha de armas; y había en medio de ellos un varón vestido de lino blanco, con un tintero de escribano ceñido a sus lomos; los cuales entraron y se pusieron de pie al lado del altar de bronce.