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Jeremías 4:19 - Biblia Version Moderna (1929)

19 ¡Mis entrañas! ¡mis entrañas! ¡me duelen las paredes de mi corazón; se conmueve mi corazón; no puede estarse quieto, por cuanto has oído, oh alma mía, el sonido de la trompeta y la alarma de guerra!

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Biblia Reina Valera 1960

19 ¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí; no callaré; porque sonido de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 ¡Mi corazón, mi corazón, me retuerzo de dolor! ¡Mi corazón retumba dentro de mí! No puedo quedarme quieto. Pues he escuchado el sonar de las trompetas enemigas y el bramido de sus gritos de guerra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 ¡Ay, qué dolores en todo mi interior, me duele el corazón! Me palpita tan fuerte que no puedo callarme. ¿No oyes, alma mía, el toque del clarín y el estruendo de la guerra?

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 ¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón, Mi corazón se agita dentro de mí, No puede estarse quieto, Por cuanto oíste, alma mía, El sonido del shofar° Y el clamor° de la guerra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 ¡Mis entrañas! ¡Mis entrañas! ¡Me retuerzo de dolor! ¡Entretelas de mi corazón! Mi corazón me palpita, no puedo callarme, pues sonido de trompeta oye mi alma, alarma de guerra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 ¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí; no callaré; porque el sonido de la trompeta has oído, oh alma mía, el pregón de guerra.

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Jeremías 4:19
48 Σταυροειδείς Αναφορές  

¡En su consejo no entres, oh alma mía, ni con su asamblea te juntes, honra mía! porque en su saña mataron hombres, y en su voluntariedad desjarretaron bueyes.


Y dijo a su padre: ¡Mi cabeza! ¡mi cabeza! Y él dijo al mozo: Álzale, llévale a su madre.


Luego fijó su semblante contemplándole, y se mantuvo así hasta que el otro se llenó de confusión: también lloró el varón de Dios.


¡BENDICE, oh alma mía, a Jehová, y todas mis entrañas bendigan su santo nombre!


¡Vuelve a tu descanso, oh alma mía, porque Jehová se ha portado bondadosamente contigo!


Mis ojos derraman ríos de aguas, porque los hombres no guardan tu ley. TSADE


El horror se ha apoderado de mí, a causa de los inicuos que dejan tu ley.


¡ALELUYA! ¡Alaba, oh alma mía, a Jehová!


¡Oh alma mía! dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor: mi bondad no te aprovecha a ti,


Mi corazón da alaridos por Moab, cuyos fugitivos huyen hasta Zoar, como una novilla de tres años: porque por la cuesta de Luhit van subiendo con lloro; porque en el camino de Horonaim alzan el grito de quebranto:


Por tanto mis entrañas sonarán cual arpa por Moab, y mi corazón por Kir-harés.


Por esto mis lomos están llenos de dolor; angustias se han apoderado de mí, como angustias de la que da a luz. Padezco dolores, de modo que no puedo oír; estoy confundido, de modo que no puedo ver.


¡Mi corazón está aturdido; el horror me aterra; la noche de mi placer, Dios me la ha cambiado en espanto!


Por tanto dije: ¡Apartad de mí la vista, para que llore amargamente: no os empeñéis en consolarme de la desolación de la hija de mi pueblo!


Mas si no oyereis, mi alma llorará en secreto vuestra soberbia, y con amargo llanto mis ojos se desharán en lágrimas: por cuanto ha sido cautivada la grey de Jehová.


Entonces dije para mí: ¡No haré mención de él, ni hablaré más en su nombre! pero su palabra fué en mi corazón como fuego consumidor, encerrado en mis huesos; me cansé pues de refrenarme; no pude callar.


Acerca de los profetas. Quebrantado está mi corazón dentro de mí, y se estremecen todos mis huesos; he venido a ser como un ebrio, como un hombre vencido del vino; a causa de Jehová, y a causa de sus santas palabras.


¿Hasta cuándo tengo de ver la bandera, y tengo de oír el sonido de la trompeta?


Declarad esto en Judá, y en Jerusalem dadlo a conocer, diciendo: ¡Tocad la trompeta por la tierra! ¡clamad por todas partes! y decid: ¡Juntaos, y acudid a las ciudades fortificadas!


diciendo: No, sino que nos iremos a la tierra de Egipto, donde no veremos guerra, ni oiremos el sonido de la trompeta, ni padeceremos hambre, y allí permaneceremos;


Por tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que haré que se oiga en contra de Rabbá de los hijos de Ammón alarma de guerra; y ella se convertirá en un montón de ruinas, y sus hijas serán puestas a fuego: entonces Israel desposeerá a los que le desposeyeron a él, dice Jehová.


¡El estruendo de batalla se oye en la tierra, y de grande destrucción!


¡Hemos oído la fama de ellos, y se debilitan nuestras manos! la angustia se apodera de nosotros, y dolores como de la que da a luz.


¡Oh si pudiera consolarme en mi angustia! mi corazón desfallece dentro de mí.


Por la llaga de la hija de mi pueblo, se me quebranta el corazón; me visto de luto; el espanto se ha apoderado de mí.


¡OH si fuera aguas mi cabeza, y mis ojos fuente de lágrimas; para que día y noche yo llorara por los muertos de la hija de mi pueblo!


A causa de las montañas alzaré lloro y llanto, y por los pastos del desierto, lamentación; porque están quemados, de modo que ninguno pasa por ellos, ni se oye la voz de ganado: desde las aves del cielo hasta las bestias, todo ha huído, se ha ido.


AYIN.- A causa de estas cosas estoy llorando; ¡mis ojos, mis ojos se deshacen en aguas!  por cuanto está lejos de mí el consolador que hubiera de confortar mi alma: desolados están mis hijos, porque ha prevalecido el enemigo.


RESH.- ¡Mira, oh Jehová; porque me veo en estrecho! hierven mis entrañas; se ha volcado el corazón dentro de mí, por cuanto me he rebelado atrozmente: ¡por fuera la espada hace estragos, y por dentro es como la muerte!


KAPH.- Mis ojos se deshacen en lágrimas; hierven mis entrañas; derrámase a tierra mi hígado a causa del quebranto de la hija de mi pueblo; en tanto que se desmayan los pequeñitos y los niños de pecho por las calles de la ciudad.


¶Entonces Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, fué aturdido por un momento, y sus pensamientos le espantaron. El rey pues respondió y dijo: ¡Oh Beltsasar, no te espante el sueño, ni su interpretación! Respondió Beltsasar, y dijo: ¡Señor mío, sea este sueño para los que te odian, y su interpretación para tus adversarios!


¶En cuanto a mí, Daniel, mi espíritu estaba adolorido en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me tenían asustado.


¶Aquí tuvieron fin sus palabras. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron mucho, y palideció mi rostro: pero guardé el asunto en mi corazón.


¶Y yo Daniel quedé sin fuerzas, y estuve enfermo algunos días; después me levanté, y me puse a despachar los negocios del rey: pero estaba asombrado de la visión; mas no hubo quien la explicase.


¿Sonará trompeta en la ciudad, sin que se atemorice el pueblo? ¿o habrá calamidad en alguna ciudad, que no la haya causado Jehová?


¡Oí, y conmoviéronse mis entrañas! a tal voz temblaron mis labios, entróse la podredumbre en mis huesos, y yo temblaba dentro de mi mismo, para que pudiese esperar descanso en el día de la aflicción: cuando viniere él al pueblo, lo invadirá con sus tropas.


¶Asimismo cuando saliereis a campaña en vuestra tierra contra el adversario que os oprima, haréis tocar alarma con las trompetas; y vendréis en memoria delante de Jehová vuestro Dios, y seréis salvados de vuestros enemigos.


HERMANOS, el deseo de mi corazón y mi súplica a Dios, a favor de ellos, es que sean salvos.


Pues si la trompeta diere un sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?


Hijitos míos, por quienes estoy otra vez en dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,


¡El torrente de Cisón se los llevó, ese torrente antiguo, el torrente de Cisón! ¡Huella, oh alma mía, a los poderosos!


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