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Jeremías 37:13 - Biblia Version Moderna (1929)

13 Y estando en la puerta de Benjamín, había allí un capitán de los guardas, que se llamaba Irías, hijo de Selemías, hijo de Hananías; el cual prendió al profeta Jeremías, diciendo: ¡Tú vas a desertar a los Caldeos!

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Biblia Reina Valera 1960

13 Y cuando fue a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán que se llamaba Irías hijo de Selemías, hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciendo: Tú te pasas a los caldeos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Sin embargo, cuando atravesaba la puerta de Benjamín un guardia lo arrestó y le dijo: —¡Estás desertando para unirte a los babilonios! El guardia que lo arrestó era Irías, hijo de Selemías y nieto de Hananías.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Pero al pasar la puerta de la ciudad que lleva a Benjamín, el vigilante Jerías, hijo de Selemías, detuvo al profeta diciendo: 'Tú te pasas a los caldeos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Pero cuando llegó a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán llamado Irías ben Selemías, hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciendo: ¡Te pasas a los caldeos!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Al llegar a la puerta de Benjamín, se encontró allí con un jefe de la guardia, llamado Yirías, hijo de Selemías, hijo de Jananías, que prendió al profeta Jeremías, exclamando: '¡Conque te pasas a los caldeos!'.

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Jeremías 37:13
20 Σταυροειδείς Αναφορές  

Entonces ellos dijeron: ¡Vamos, tramemos nosotros un enredo contra Jeremías! porque la ley nunca dejará de asistir al sacerdote, ni al sabio el consejo, ni el oráculo al profeta. ¡Vamos pues, y traspasémosle con las saetas de la lengua, y no prestemos atención a ninguna de sus palabras!


Lo dije, porque oí la difamación de muchos, el terror andaba por todos lados, decían: ¡Decidnos algo contra él, y le denunciaremos! Todos mis amigos familiares están esperando mi caída. ¡Quizás, dicen, será engañado, y prevaleceremos contra él; y tomaremos nuestra venganza en él!


Entonces Pasur hirió al profeta Jeremías, y le puso en el cepo que había en la puerta superior de Benjamín, que estaba en la Casa de Jehová.


Aquel que permaneciere en esta ciudad morirá a espada, y de hambre y de peste: mas el que saliere y se pasare a los Caldeos que os tienen cercados, vivirá, y su vida le será como un despojo arrebatado.


Y ahora yo he dado todas estas tierras en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, siervo mío; y también le he dado los animales del campo para que le sirvan.


Porque así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: Yo he puesto un yugo de hierro sobre la cerviz de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor rey de Babilonia; y ellas le habrán de servir: y le he dado también los animales del campo.


bajóse a la casa del rey, a la cámara del secretario, y he aquí que estaban sentados allí todos los príncipes: Elisama secretario, y Delaya hijo de Semaya, y Elnatán hijo de Acbor, y Gemarías hijo de Safán, y Sedequías hijo de Hananías, en fin, todos los príncipes;


PERO Sefatías hijo de Matán, y Gedalías hijo de Pasur, y Jucal hijo de Selemías, y Pasur hijo de Malquías, oyeron las palabras que hablaba Jeremías a todo el pueblo, diciendo:


Entonces dijeron los príncipes al rey: Rogámoste que este hombre sea muerto; porque debilita las manos de los hombres de guerra que nos quedan aún en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no procura el bienestar de este pueblo, sino su mal.


Mas oyó Ebed-melec etíope, eunuco que había en la casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la cisterna. Y el rey estaba sentado a la sazón en la puerta de Benjamín.


TSADE.- ¡Los enemigos cazaban nuestros pasos, de modo que no podíamos transitar por las calles: cercano está nuestro fin, cumplidos son nuestros días; porque ya ha llegado nuestro fin!


Entonces Amasías, sacerdote de Bet-el, envió a Jeroboam rey de Israel, diciendo: ¡Amós conspira contra ti en medio de la casa de Israel; no puede la tierra soportar sus palabras!


Y todo el país será convertido en llanura, desde Geba hasta Rimón, al sur de Jerusalem; pero ésta quedará elevada, y será habitada en su antiguo sitio, desde la puerta de Benjamín, hasta el lugar de la puerta Primera, hasta la puerta del Ángulo, y desde la torre de Hanael hasta el Lagar del Rey.


Y comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado pervirtiendo a nuestra nación, y vedando pagar tributo a César, y diciendo que él mismo es Cristo, el Rey.


Ni pueden ellos comprobar ante ti las cosas de que ahora me acusan.


Entonces sobornaron a unos hombres, que decían: ¡Le hemos oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios!


por medio de honra y deshonra, por medio de mala fama y buena fama; como impostores, y sin embargo veraces;


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