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Jeremías 2:20 - Biblia Version Moderna (1929)

20 Porque de tiempo muy atrás yo quebré tu yugo, y rompí tus coyundas; y tú dijiste: No transgrediré; en tanto que sobre todo collado elevado, y debajo de todo árbol frondoso, te prostituías, ¡oh ramera!

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

20 Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso te echabas como ramera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 »Hace tiempo rompí el yugo que te oprimía y arranqué las cadenas de tu esclavitud, pero aun así dijiste: “No te serviré”. Sobre cada colina y debajo de todo árbol frondoso te has prostituido inclinándote ante ídolos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Hace tiempo que has quebrado el yugo, soltándote de sus lazos. Tú dijiste: 'Yo no quiero servir. Y sobre cualquier loma, bajo cualquier árbol frondoso, te tendías como una prostituta.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Desde antiguo has quebrado el yugo y roto tus ataduras, Diciendo: ¡No quiero servir! Y sobre todo collado alto, y debajo todo árbol frondoso° te postras° y te prostituyes.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Desde antiguo quebraste tu yugo, tus coyundas has roto, diciendo: 'No quiero servir', cuando sobre toda colina elevada y bajo todo árbol frondoso te echabas como prostituta.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 Porque desde tiempos antiguos he quebrado tu yugo, y he roto tus ataduras; y dijiste: No transgrediré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso te prostituías.

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Jeremías 2:20
50 Σταυροειδείς Αναφορές  

Asimismo hizo Jeroboam una fiesta solemne en el mes octavo, a los once días del mes, semejante a la fiesta solemne que había en Judá; y él mismo sacrificó en el altar. Hizo así en Bet-el, ofreciendo sacrificios a los becerros que había hecho: y estableció en Bet-el los sacerdotes de los altos, a quienes él mismo había constituído.


Porque edificaron para sí, ellos también, casas de los altos, y columnas y Asheras, encima de todo collado elevado, y debajo de todo árbol frondoso.


los sacó de tinieblas y sombra de muerte, y rompió sus prisiones.


¡Rompamos las coyundas de su yugo, y echemos de nosotros sus cuerdas!


Y enojáronle con sus altos, y provocáronle a celos con sus esculturas.


Entonces todo el pueblo respondió a una, diciendo: ¡Nosotros haremos todo cuanto ha dicho Jehová! Y Moisés trajo a Jehová la respuesta del pueblo.


¶Entonces vino Moisés y refirió al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas sus leyes. Y respondió todo el pueblo a una voz: ¡Nosotros haremos todo cuanto Jehová ha dicho!


y he descendido para libertarle de la mano de los Egipcios, y para hacerle subir de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa; tierra que mana leche y miel; al lugar del Cananeo, y del Heteo, y del Amorreo, y del Perezeo, y del Heveo, y del Jebuseo.


¡Cómo se ha convertido en ramera la ciudad fiel! ¡llena estaba de rectitud; justicia moraba en ella, mas ahora, homicidas!


Y sucederá en aquel día que quitará su carga de tu hombro, y su yugo de sobre tu cerviz; y será destruído el yugo a causa de la unción.


a saber, que yo quebrantaré al Asirio en mi tierra, y sobre mis montañas le pisotearé; entonces su yugo se quitará de sobre los siervos míos, y su carga será quitada de sobre su hombro.


Porque el yugo de su carga, y la vara de su hombro, y el palo del que le oprimía, los has quebrado, como en el día de Madián.


Tus adulterios, y tus relinchos, y tu execrable fornicación, sobre los collados y por los campos, todas tus abominaciones las he visto yo. ¡Ay de ti, oh Jerusalem; tú no quieres que se te haga limpia! ¿después de cuánto tiempo aún, ha de ser así?


mientras que sus hijos se acuerdan de sus altares y de sus  Asheras, junto a los árboles frondosos, sobre los collados altos.


¡Oh generación perversa, atended al oráculo de Jehová! ¿Por ventura he sido yo un yermo para Israel, o una tierra de densas tinieblas? ¿por qué pues ha dicho mi pueblo: ¡Sacudimos el yugo! ¡no volveremos más a ti!


Solamente que reconozcas tu iniquidad, a saber, que contra Jehová tu Dios te has rebelado, y te has prostituído a los dioses extraños debajo de todo árbol frondoso, y no has escuchado mi voz, dice Jehová.


Y sucederá en aquel día, dice Jehová de los Ejércitos, que haré pedazos el yugo del enemigo de sobre tu cerviz, y romperé tus coyundas: y a mi pueblo los extraños no le reducirán más a servidumbre:


Me iré a los grandes, y hablaré con ellos; porque ellos, sí, conocen el camino de Jehová, la ley de su Dios. Mas veo que éstos todos a una han quebrado el yugo, han roto las coyundas.


También cometiste fornicación con los hijos de Asiria, por ser insaciable; sí, fornicaste con ellos; mas ni aun así te saciaste.


en que edificas tu burdel en cada encrucijada de camino, y haces tu alto en toda calle; y no has sido como ramera, en que desdeñas el precio de prostitución.


Y quemarán tus casas a fuego, y ejecutarán en ti juicios, en presencia de muchas mujeres; y así yo haré que ceses de ser fornicaria, ni tampoco darás más paga.


Pues yo los traje a la tierra que había jurado darles; mas cuando pusieron los ojos en todo collado alto, y en todo árbol frondoso, ofrecieron allí sus sacrificios, y presentaron allí su ofrenda para provocarme a ira, y pusieron allí sus olores gratos, y derramaron allí sus libaciones.


¶Y Ahola cometió fornicación, estando en mi poder, y enamoróse de sus amantes, los Asirios, vecinos suyos;


¶Cuando por primera vez Jehová habló por Oseas, dijo Jehová a Oseas: Anda, toma para ti una mujer fornicaria, e hijos de fornicaciones: porque la tierra comete horrible fornicación, apartándose de en pos de Jehová.


Pues su madre ha cometido fornicación, y la que los dió a luz se ha portado desvergonzadamente: porque ella ha dicho: Iré en pos de mis amantes, los cuales me han dado mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mis licores.


Y le dije: Muchos días me aguardarás; no cometerás fornicación, ni tampoco te casarás; y lo mismo haré yo para contigo.


Sobre las cumbres de los montes ofrecen sacrificios, y queman incienso sobre las colinas, debajo de las encinas, y de los álamos, y de los robles; por ser buena la sombra de ellos: por tanto vuestras hijas cometerán fornicación, y vuestras nueras cometerán adulterio.


NO tienes que alegrarte, oh Israel, como los demás pueblos: porque te has apartado traidoramente de tu Dios: amas la paga de ramera en todas las eras llenas de trigo.


Yo soy Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de los Egipcios para que no fueseis siervos de ellos; y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os hice andar con cabeza levantada.


sino que ahora quebraré su yugo de sobre ti, romperé sus coyundas.


Destruiréis completamente los lugares en que las naciones que habéis de desposeer han servido a sus dioses, sobre los montes altos y sobre las colinas, y debajo de todo árbol frondoso.


Y acuérdate de que tú fuiste siervo en la tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te redimió; por tanto te mando esto hoy.


Has declarado solemnemente hoy que Jehová es Dios tuyo, y que andarás en sus caminos, y guardarás sus estatutos y sus mandamientos y sus leyes, y que escucharás su voz.


A vosotros empero os ha tomado Jehová, y os ha sacado de aquel horno de hierro, Egipto, para que seáis su pueblo de herencia, como hoy se ve.


¿O ha intentado dios alguno ir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, y con maravillas, y con guerra, y con mano fuerte, y con brazo extendido, y con terrores estupendos, como todo lo que Jehová tu Dios hizo por ti en Egipto, ante tus mismos ojos?


Llégate tú, y oye todo lo que dijere Jehová nuestro Dios; luego tú hablarás con nosotros todo lo que te dijere Jehová nuestro Dios; así nosotros lo oiremos y cumpliremos.


¶Y ellos respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todo cuanto tú nos mandares; y a dondequiera que nos enviares, iremos.


Y dijo el pueblo a Josué: A Jehová nuestro Dios serviremos, y escucharemos su voz.


Y escribió Josué estas cosas en el Libro de la Ley de Dios; y tomó una gran piedra, y levantóla allí debajo de la encina que estaba en el recinto del Santuario de Jehová.


Y VINO uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones, y habló conmigo, diciendo: Ven acá; te mostraré el juicio de la gran ramera, que está sentada sobre muchas aguas;


Entonces tornaron los hijos de Israel a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová; y sirvieron a los Baales y a Astarot, y a los dioses de los Siros, y a los dioses de los Sidonios, y a los dioses de Moab, y a los dioses de los hijos de Ammón, y a los dioses de los Filisteos; y dejaron a Jehová y no le sirvieron.


¶Entonces los hijos de Israel hicieron lo que era malo a los ojos de Jehová, y sirvieron a los Baales:


Dejaron pues a Jehová, y sirvieron a Baal y a Astarot.


Entonces clamaron a Jehová, diciendo: ¡Hemos pecado, porque hemos dejado a Jehová, y hemos servido a los Baales y a las Astartes! Ahora pues, líbranos de nuestros enemigos y te serviremos a ti.


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