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Jeremías 17:23 - Biblia Version Moderna (1929)

23 los cuales no escucharon, ni inclinaron el oído; sino que hicieron duras sus cervices, para no oír, ni recibir la corrección.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

23 Pero ellos no oyeron, ni inclinaron su oído, sino endurecieron su cerviz para no oír, ni recibir corrección.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 pero ellos no escucharon ni obedecieron. Tercamente rehusaron prestar atención o recibir mi disciplina.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Ellos no me obedecieron ni escucharon mi mandato. Se pusieron duros de cabeza, para no oír ni aceptar mis advertencias.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 (aunque ellos no escucharon, ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su cerviz para no escuchar ni recibir corrección).

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 aunque ellos no escucharon ni aplicaron su oído, sino que endurecieron su cerviz, de modo que no escucharon ni aceptaron la lección.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Mas ellos no obedecieron, ni inclinaron su oído, antes endurecieron su cerviz para no oír ni recibir corrección.

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Jeremías 17:23
24 Σταυροειδείς Αναφορές  

tú, que aborreces la corrección, y echas trás de ti mis palabras?


para que se adquiera instrucción en el buen proceder, en la justicia, en el juicio y en la equidad:


oiga también el sabio, para que aumente su caudal, y el entendido, para que adquiera consejos sabios:


AQUEL que, siendo muchas veces reprendido, endurece la cerviz, será de repente quebrantado, y eso sin remedio.


y digas: ¡Cómo aborrecí la instrucción, y mi corazón rehusó la corrección;


Recibid mi instrucción, y no la plata; la ciencia también antes que el oro más escogido.


Por cuanto conocí que eres duro, que tu cerviz es un nervio de hierro, y tu frente es de bronce;


se han vuelto a las iniquidades de sus antepasados, los cuales se negaron a escuchar mis palabras: ellos también se han ido tras otros dioses para servirles. La casa de Israel y la casa de Judá han quebrantado mi pacto, que yo hice con sus padres.


Así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: ¡He aquí que voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas las ciudades que dependen de ella, todo el mal que he pronunciado contra ellas; por cuanto han endurecido su cerviz, para no escuchar mis palabras!


Y me han vuelto las espaldas y no la cara; y aunque les enseñaba, madrugando y enseñando, ellos no querían recibir la corrección.


También os he enviado a todos mis siervos los profetas, madrugando y enviando, diciendo: Volveos cada cual de su mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras otros dioses para servirles, y habitaréis en la tierra que he dado a vosotros y a vuestros padres pero no inclinasteis el oído, ni me habéis escuchado.


¡Oh Jehová! ¿no están tus ojos dirigidos hacia la verdad? tú los castigaste, mas no se dolieron; los consumiste, mas se negaron a recibir la corrección; han hecho sus rostros más duros que la roca; rehusan volverse a ti.


¡Enmiéndate, oh Jerusalem, no sea que mi alma se aparte de ti! ¡no sea que te haga una desolación, una tierra no habitada!


Entonces les dirás: ¡Esta es la nación que no escucha la voz de Jehová su Dios, y que no admite la corrección! ya pereció la verdad, y ha sido desterrada de su boca.


Pero rebelóse contra mí la casa de Israel en el desierto; en mis estatutos no anduvieron, sino que despreciaron mis preceptos, en los cuales vivirá el hombre que los hiciere; y profanaron en gran manera mis días del descanso; de modo que pensaba derramar mi indignación sobre ellos en el desierto, para exterminarlos.


porque habían despreciado mis juicios, y no anduvieron en mis estatutos, y profanaron mis días del descanso; pues que su corazón andaba tras de sus ídolos.


Mas los hijos también se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis preceptos para hacerlos; en los cuales vivirá el hombre que los hiciere; y profanaron mis días del descanso; de modo que pensaba derramar mi indignación sobre ellos, para desahogar mi ira en ellos, en el desierto.


Dije pues: Tú me temerás; recibirás la corrección; de modo que no sea destruída tu morada, conforme a todo lo que he decretado respecto de ella: mas a la verdad ellos con empeño corrompen todas sus obras.


¶ Hombres duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos; vosotros resistís siempre al Espíritu Santo: como hicieron vuestros padres, así hacéis vosotros.


y os decía: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los Amorreos en cuya tierra habitáis: pero no habéis obedecido a mi voz.


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