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Jeremías 11:20 - Biblia Version Moderna (1929)

20 Pero, ¡oh Jehová de los Ejércitos! que juzgas con justicia, y que pruebas los íntimos pensamientos y el corazón, vea yo tu venganza en ellos; porque a ti te he expuesto mi causa.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

20 Pero, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas con justicia, que escudriñas la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque ante ti he expuesto mi causa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Oh Señor de los Ejércitos Celestiales, tú juzgas con justicia, y examinas los secretos y los pensamientos más profundos. Déjame ver tu venganza contra ellos, porque te he entregado mi causa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Pero tú, Yavé de los Ejércitos, que pronuncias sentencias justas, conoces el corazón y las intenciones de los hombres; a ti he entregado mi causa y estaré presente cuando tú hagas justicia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 °¡Oh YHVH Sebaot! Tú que juzgas con justicia y escudriñas los riñones° y el corazón: Vea yo tu venganza sobre ellos, Porque ante ti expongo mi causa,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Yahveh Sebaot, juez justo, que sondeas el corazón y las entrañas, vea yo tu venganza contra ellos, pues a ti encomiendo mi causa.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 Mas, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas justicia, que escudriñas la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he expuesto mi causa.

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Jeremías 11:20
35 Σταυροειδείς Αναφορές  

¡Lejos sea de ti el obrar de esta manera, que hagas morir al justo con el inicuo, y que el justo sea tratado como el inicuo! ¡Lejos sea esto de ti! ¿El Juez de toda la tierra no ha de hacer justicia?


¶Y Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros, y la leyó; luego subió a la Casa de Jehová, y la extendió Ezequías delante de Jehová.


Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre, y sírvele con sincero corazón, y con espíritu voluntario; porque Jehová escudriña todos los corazones, y entiende todas las imaginaciones de los pensamientos: ¡si le buscares, será hallado de ti; mas si le dejares, él te desechará para siempre!


Yo sabía también, Dios mío, que tú pruebas los corazones, y te complaces en la rectitud: yo pues en la rectitud de mi corazón te he ofrecido voluntariamente todo esto; y ahora veo con regocijo a tu pueblo, los que se hallan aquí, ofrecerte espontáneamente sus dones.


Yo empero acudiría a Dios, y al Altísimo encomendaría mi causa;


¡Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón: ensáyame, y conoce mis pensamientos;


¡Echa mano al escudo y al broquel, y levántate en mi ayuda!


¡JÚZGAME, oh Dios, y defiende mi causa contra una nación impía! ¡líbrame de un hombre engañoso e inicuo!


¡APIÁDATE de mí, oh Dios, apiádate de mí; porque en ti se ha refugiado mi alma! ¡y bajo la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen estas calamidades!


Se alegrará el justo cuando vea la venganza; bañará sus pies en la sangre del inicuo.


Mi defensa es de Dios, que salva a los rectos de corazón.


¡Jehová juzgará a las naciones! ¡júzgame a mí, oh Jehová, conforme a mi justicia; y conforme a mi integridad venga sobre mí!


¡Ruégote se acabe ya la maldad de los inicuos; mas establece al justo, tú, el Dios justo, que pruebas el corazón y los íntimos pensamientos!


delante de Jehová, porque viene a juzgar la tierra! ¡juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con equidad!


MUY justo eres, oh Jehová, para que yo contienda contigo; mas quiero tratar contigo de mi causa: ¿Por qué es prosperado el camino de los inicuos? ¿por qué están tranquilos todos los que se portan muy traidoramente?


Pero tú, oh Jehová, me has conocido a mí; tú me has visto, y has probado cómo es mi corazón para contigo: ¡arrebátalos a ellos, como ovejas destinadas para el matadero, prepáralos para el día de la matanza!


¡Oh Jehová, tú lo sabes todo! ¡Acuérdate de mí, y visítame, y hazme justicia de mis perseguidores; no me dejes arrebatar, en tu longanimidad para con mis enemigos! ¡sabe que por tu causa yo he llevado afrenta!


Yo Jehová; yo escudriño el corazón y pruebo los íntimos pensamientos; y esto para dar a cada cual conforme a sus caminos, y según el fruto de sus hechos.


¡Sean avergonzados mis perseguidores, mas no sea yo avergonzado! ¡sean ellos aterrados, mas no sea yo aterrado! ¡Venga sobre ellos el día de calamidad; y destrúyelos con doble destrucción!


Y tú, oh Jehová de los Ejércitos, que pruebas al justo, tú que miras los íntimos pensamientos  y el corazón, vea yo tu venganza en ellos; porque te he expuesto a ti mi causa.


RESH.- ¡Tú has defendido, oh Señor, las causas de mi alma; tú has redimido mi vida!


Has visto, oh Jehová, el agravio que se me hace; ¡mantén mi causa!


TAV.- Mas tú les devolverás la recompensa, oh Jehová, conforme a la obra de sus manos.


Luego cayó sobre mí el Espíritu de Jehová, y me dijo: Di: Así dice Jehová: De esta manera habéis hablado, oh casa de Israel; pues yo he conocido los pensamientos que surgen en vuestra mente.


por cuanto él ha determinado un día en que juzgará al mundo con justicia por un varón a quien él ha designado; de lo cual ha dado certeza a todos los hombres, levantándole de entre los muertos.


No os afanéis por cosa alguna, sino que, en todas las circunstancias, por medio de la oración y la plegaria, con acciones de gracias, dense a conocer vuestras peticiones a Dios:


¶Alejandro el calderero me hizo mucho mal: el Señor se lo recompensará conforme a sus obras.


quien, cuando fué ultrajado, no volvió a ultrajar; cuando padeció, no usó de amenazas, sino que remitió su causa a aquel que juzga justamente;


¶¡Regocíjate sobre ella, oh cielo, y vosotros, los santos y los apóstoles y los profetas; porque Dios ha vengado vuestra causa en ella!


Y mataré a sus hijos de peste; y conocerán todas las iglesias que yo soy Aquel que escudriña los íntimos pensamientos y los corazones; y daré a cada uno de vosotros conforme a vuestras obras.


Más Jehová dijo a Samuel: No mires a su buen parecer, ni a lo elevado de su estatura; porque le he rechazado: porque no lo que mira el hombre es lo importante; porque el hombre mira a los ojos, mas Jehová mira al corazón.


Sea pues Jehová el juez; y juzgue entre mí y ti; y vea, y defienda mi causa, y me haga justicia, librándome de tu mano!


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