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Génesis 39:9 - Biblia Version Moderna (1929)

9 Ninguno hay en esta casa más grande que yo, y él no me ha reservado cosa alguna, sino a ti sola, por cuanto eres su mujer: ¿cómo pues he de hacer esta gran maldad, y pecar contra Dios?

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Nadie aquí tiene más autoridad que yo. Él no me ha negado nada, con excepción de usted, porque es su esposa. ¿Cómo podría yo cometer semejante maldad? Sería un gran pecado contra Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Aquí tengo tanto poder como él. Nada me ha prohibido, excepto a ti, porque eres su esposa. ¿Cómo, pues, voy a cometer un mal tan grande, y pecar contra Dios?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 No me priva de cosa alguna, sino sólo de ti, por cuanto tú eres su mujer, ¿cómo pues haré este mal tan grande, y pecaré contra ’Elohim?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 y cuando no hay en esta casa otro mayor que yo, y ninguna cosa me ha negado, sino a ti, porque eres su mujer, ¿voy a cometer yo este grande mal y pecar contra mi Dios?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su esposa; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal y pecaría contra Dios?

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Génesis 39:9
34 Σταυροειδείς Αναφορές  

Empero los hombres de Sodoma eran malos y pecadores en gran manera contra Jehová.


Mas vino Dios a Abimelec, en sueños de la noche, y le dijo: ¡He aquí, muerto eres, por causa de la mujer que has tomado, porque es casada con marido!


Y díjole Dios en sueños: Sí, yo sé que con sencillez de tu corazón has hecho esto; y también te detuve yo de pecar contra mí; por eso no te permití tocarla.


Entonces llamó Abimelec a Abraham, y le dijo: ¿Qué has hecho con nosotros? ¿y en qué he pecado contra ti, para que hayas traído sobre mí y sobre mi reino un tan gran pecado? Acciones que no debieran hacerse has hecho tú conmigo.


Y dijo Abraham a su siervo, el anciano de su casa, el cual gobernaba todo lo que tenía: Ruégote pongas tu mano debajo de mi muslo,


Y sucedió, mientras ella hablaba a José todos los días, y mientras él no le escuchaba para acostarse a su lado, ni para estar con ella,


Tú estarás sobre mi casa, y a tu mandato obedecerá todo mi pueblo; tan sólo en el trono seré yo más grande que tú.


Pero al tercer día les dijo José: Haced esto y viviréis; pues temo a Dios.


Mas cuando hubo pasado el luto, envió David y la recogió en su casa; y ella fué su mujer, y parióle un hijo. Empero esto que había hecho David fué malo a los ojos de Jehová.


¶Dijo entonces David a Natán: ¡He pecado contra Jehová! Y Natán respondió a David: También Jehová ha dejado pasar tu pecado; no morirás.


Pero los gobernadores anteriores, que habían sido antes que yo, hicieron gravar al pueblo, cobrándolo del pueblo en pan y vino, además de cuarenta siclos de plata diarios: y aun sus mozos imperaban con autoridad sobre el pueblo: mas yo no me porté así, por el temor de Dios.


A lo cual yo respondí: ¿Debe huir un hombre como yo? ¿Y quién hay que siendo como yo, entraría en el Templo para salvar su vida? ¡No entraré!


Porque me temía del castigo de Dios, y a causa de su majestad no podía yo hacer ningún mal.


Contra ti, contra ti solo, he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; lo confieso, a fin de que seas justo en tu sentencia, y exento de culpa en tu juicio.


Así sucede con aquel que se llegare a la mujer de su prójimo: ninguno que la tocare quedará sin castigo.


Pero el que comete adulterio con una mujer, es falto de buen sentido; destructor de su misma alma es aquel que tal hace;


y hallo una cosa más amarga que la muerte; es a saber, la mujer cuyo corazón no es más que lazos y redes, y cuyas manos son prisiones. Aquel que es bueno delante de Dios escapará de ella; pero el pecador será de ella prendido.


Por tanto, así dice Jehová: He aquí que yo te voy a enviar de sobre la faz de la tierra; en este año morirás, por cuanto has proferido palabras de rebelión contra Jehová.


Cuantos los hallaban, los devoraban; y sus adversarios decían: No hacemos mal; porque han pecado contra Jehová, habitación que es de justicia; sí, contra Jehová, la esperanza de sus padres.


Asimismo respecto del hombre que cometiere adulterio con la mujer de otro, repito, de aquel que cometiere adulterio con la mujer de su prójimo; serán muertos irremisiblemente tanto el adúltero como la adúltera.


Cuando alguno pecare, cometiendo prevaricación contra Jehová, mintiendo a su prójimo en cuanto a un depósito, o un convenio, o algún robo fraudulento; o cuando hubiere usado de extorsión para con su prójimo;


Mas si no lo hiciereis así, he aquí que habréis pecado contra Jehová; y tened por cierto que vuestro pecado os alcanzará.


mas el que no supo, e hizo cosas dignas de azotes, será castigado con pocos azotes: porque a todo aquel a quien se ha dado mucho, mucho le será exigido; y a quien se ha encomendado mucho, más será demandado de él.


Aquí, además, se requiere en los administradores que sea uno fiel.


no defraudándoles en nada, sino antes mostrando toda buena fidelidad, para que adornen en todo la doctrina de Dios nuestro Salvador.


¶Honroso sea el matrimonio entre todos, y sea el lecho conyugal sin mancilla; porque a los fornicarios de una parte, y a los adúlteros de otra, Dios los juzgará.


Todo aquel que es engendrado de Dios no peca; porque aquella su simiente divina permanece en él, y él no puede pecar, por cuanto de Dios es engendrado.


Mas en cuanto a los cobardes, y los incrédulos, y los abominables, y los homicidas, y los fornicarios, y los hechiceros, y los idólatras, y todos los mentirosos, su parte será en el lago que arde con fuego y azufre: que es la muerte segunda.


Excluídos están los perros, y los hechiceros, y los fornicarios, y los homicidas, y los idólatras, y cada uno que ama y obra la mentira.


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