Biblia Todo Logo
Διαδικτυακή Βίβλος
- Διαφημίσεις -





Génesis 35:2 - Biblia Version Moderna (1929)

2 Entonces dijo Jacob a su familia, y a todos los que con él estaban: Apartad los dioses extraños que están en medio de vosotros, y purificaos, y mudad vuestros vestidos;

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο


Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Entonces Jacob les dijo a todos los de su casa: «Desháganse de todos sus ídolos paganos, purifíquense y pónganse ropas limpias.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Llamó Jacob a toda su familia y a los que estaban con él y les ordenó: 'Arrojen lejos a los dioses extranjeros que tienen con ustedes. Purifíquense y cámbiense la ropa.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Entonces dijo Jacob a su casa y a todos los que estaban con él: Quitad los dioses extraños que hay entre vosotros, purificaos y mudad vuestras ropas.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Dijo Jacob a los de su casa y a todos los que estaban con él: 'Retirad los dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vestidos.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestras vestiduras.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο




Génesis 35:2
58 Σταυροειδείς Αναφορές  

Porque yo le he conocido a fin de que mande a sus hijos y a su casa después de sí, de modo que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio; para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha prometido acerca de él.


Mas Labán había ido a esquilar sus ovejas; y Raquel hurtó los ídolos domésticos que tenía su padre.


Mas ya que tenías que irte, por lo mucho que anhelabas la casa de tu padre, ¿por qué hurtaste mis dioses?


Mas Raquel ya había tomado los ídolos y los había metido debajo de los aparejos del camello, y habíase sentado encima de ellos. Labán pues tentó toda la tienda, mas no los halló.


Y la vió Siquem, hijo de Hamor heveo, príncipe de la tierra; y la tomó y acostóse con ella, haciéndole violencia.


Y aconteció que mientras habitaba Israel en aquella tierra, Rubén fué y acostóse con Bilha, concubina de su padre: y lo supo Israel. Eran pues doce los hijos de Israel.


¿Y quién hay semejante a tu pueblo Israel, única nación en la tierra a quien fué la Divinidad a redimir, para serle pueblo suyo propio, y para ganarse renombre, y para hacer grandezas a favor vuestro, oh Israelitas, y obras espantosas, oh Jehová, por tu tierra; por amor a tu pueblo a quien redimiste de Egipto para ti mismo, a pesar de las naciones y sus dioses?


Esto no obstante, ellos continuaban haciendo cada nación su propio dios; y los pusieron en las casas de  los altos que los Samaritanos habían edificado, cada nación en las ciudades en donde habitaban.


Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Anda, lávate siete veces en el Jordán, y se volverá sana tu carne, y serás limpio.


Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo los cielos.


Y sucedía que mientras pasaban en turno los días del convite, Job enviaba por ellos, y los santificaba; y por las mañanas madrugando, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos; porque decía Job: Quizá hayan pecado mis hijos, y renegado de Dios en sus corazones. De esta manera hacía Job todos los días.


¡Lávame completamente de mi iniquidad, y límpiame de mi pecado!


¡Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve!


Y Jehová dijo a Moisés: Vuelve al pueblo y santifícalos hoy y mañana; y laven ellos sus vestidos;


Moisés entonces bajó del monte al pueblo y santificó al pueblo; y ellos lavaron sus vestidos.


Y respecto a todo lo que os he dicho, seréis avisados: asimismo del nombre de otros dioses no haréis memoria, ni siquiera sea oído de vuestra boca.


GUARDA tu pie cuando entres en la Casa de Dios, y acércate para escuchar su voluntad, más bien que para ofrecer el sacrificio de los insensatos, porque ellos no saben que hacen mal.


¡Lavaos, limpiaos; apartad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer lo malo;


¡Apartaos, apartaos! ¡salid de aquí! ¡no toquéis cosa inmunda! ¡salid de en medio de ella! ¡sed limpios, los que lleváis los vasos de Jehová!


Tus adulterios, y tus relinchos, y tu execrable fornicación, sobre los collados y por los campos, todas tus abominaciones las he visto yo. ¡Ay de ti, oh Jerusalem; tú no quieres que se te haga limpia! ¿después de cuánto tiempo aún, ha de ser así?


¿Acaso el hombre debe hacer para sí dioses, los cuales sin embargo no son dioses?


¿Cómo te podré perdonar esto? tus hijos me han dejado a mí, y juran por los que no son dioses: cuando les he saciado de comida, cometen adulterio, y se reunen por tropas en casa de las rameras.


¡Echad lejos de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un nuevo espíritu; pues ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?


Y les dije: ¡Desechad cada uno sus cosas detestables de delante de sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto; pues yo soy Jehová, vuestro Dios!


Luego rociaré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpios; de todas vuestras inmundicias, y de todos vuestros ídolos os limpiaré.


bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra.


Y cualquiera persona que tocare su cama lavará sus vestidos, y a sí misma se lavará con agua, y quedará inmunda hasta la tarde.


Mas si no los lavare, ni lavare su carne, llevará su iniquidad.


También lavaréis vuestros vestidos en el día séptimo, y así quedaréis limpios; y después de esto podréis entrar en el campamento.


y veis y oís que no sólo en Efeso, sino por casi toda la provincia de Asia, este Pablo con sus persuasiones aparta a mucha gente, diciendo que no son dioses los que son hechos de mano


Ni seáis idólatras, como lo eran algunos de ellos; según está escrito: Sentóse el pueblo a comer y a beber, y se levantaron para juguetear.


TENIENDO pues tales promesas, amados míos, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.


¶Por otra parte, en aquel tiempo, vosotros, gentiles, no conociendo a Dios, estabais bajo servidumbre a los que por su naturaleza no son dioses.


y la maldición, si no obedeciereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, sino que os apartareis del camino que os ordeno hoy, andando en pos de otros dioses que no conocisteis.


Le movían a celos con dioses extraños, con sus abominaciones le provocaban a ira.


¶No tendrás otros dioses delante de mí.


No vayas en pos de otros dioses, de los dioses de las naciones que están al rededor de ti;


Las esculturas de sus dioses quemarás a fuego: no codiciarás la plata y el oro que hubiere sobre ellas, ni lo tomarás para ti, no sea que te sirva de lazo; porque esto es una abominación para Jehová tu Dios.


acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo los corazones rociados, para limpiarnos de una mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.


¡Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros! ¡Limpiaos las manos, oh pecadores, y purificaos los corazones, los que sois de ánimo doble!


para que nada tengáis que hacer con estas naciones que quedan entre vosotros; ni tampoco hagáis mención del nombre de sus dioses, ni juréis por ellos, ni les sirváis, ni os postréis ante ellos;


Ahora pues temed a Jehová, y servidle a él con sinceridad y en verdad; y desechad a los dioses que sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto, y servid a Jehová.


Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién debáis servir, si a los dioses que sirvieron vuestros padres que habitaban más allá del río, o a los dioses de los Amorreos en cuya tierra habitáis: que en cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová.


Entonces dijo Josué a todo el pueblo: Así dice Jehová, el Dios de Israel: En los tiempos antiguos, vuestros padres habitaban al otro lado del río Eufrates, es a saber, Taré, padre de Abraham y padre de Nacor; y servían a otros dioses.


Cuando hubiereis dejado a Jehová y servido a dioses extraños, él se volverá y os hará mal, y acabará con vosotros, después de haberos hecho bien.


Ahora por tanto, dijo Josué, desechad los dioses extraños que están en medio de vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová, el Dios de Israel.


a otros salvad, arrancándolos del fuego; de otros tened compasión, con temor aborreciendo hasta la ropa amancillada de la carne.


Y apartaron los dioses extraños de en medio de sí, y sirvieron a Jehová: y su alma fué afligida a causa de la desdicha de Israel.


Entonces dijo Noemí: He aquí que ya se ha vuelto tu cuñada a su pueblo y a sus dioses; vuelve tú en pos de tu cuñada.


Y él contestó: Pacífica; para ofrecer sacrificio a Jehová he venido: santificaos, y venid conmigo al sacrificio. Santificó también a Isaí con sus hijos, y los convidó al sacrificio.


Habló entonces Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón vais a volver a Jehová, quitad los dioses extraños de en medio de vosotros, con las Astartes, y fijad vuestro corazón en Jehová, y servidle a él sólo; así él os librará de mano de los Filisteos.


Ακολουθησε μας:

Διαφημίσεις


Διαφημίσεις