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Génesis 32:30 - Biblia Version Moderna (1929)

30 Y Jacob nombró aquel lugar Peni-El; porque he visto a Dios, (así decía), cara a cara, y fué librada mi vida.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Jacob llamó a aquel lugar Peniel (que significa «rostro de Dios»), porque dijo: «He visto a Dios cara a cara, y sin embargo, conservo la vida».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Entonces Jacob le hizo la pregunta: 'Dame a conocer tu nombre' Él le contestó: '¿Mi nombre? ¿Para qué esta pregunta?' Y allí mismo lo bendijo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peni-’El,° porque dijo: Vi a ’Elohim cara a cara, y aun así fue librada mi vida.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Jacob le preguntó: 'Revélame ahora tu nombre'. Contestó él: '¿Para qué preguntas por mi nombre?'. Y le bendijo allí mismo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.

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Génesis 32:30
28 Σταυροειδείς Αναφορές  

Y llamó a Jehová que con ella hablaba, Tú-Dios-me-ves; pues dijo: ¿He visto aquí yo también las espaldas de Aquel que me ve?


Y dió a aquel lugar el nombre de Bet-El; bien que Luz era el nombre de la ciudad anteriormente.


Y Dios apareció otra vez a Jacob después que volvió de Padán-aram, y le bendijo.


¶Jeroboam entonces edificó a Siquem, en la serranía de Efraim, y habitó en ella; y de allí salió, y edificó a Penuel.


A lo cual él respondió: Mi presencia irá contigo, y yo te daré descanso.


Entonces yo dije: ¡Ay de mí, pues soy perdido! porque soy hombre de labios inmundos, y en medio de un pueblo de labios inmundos habito; por cuanto mis ojos han visto al Rey, a Jehová de los Ejércitos.


Porque toda la armadura del guerrero en el tumulto de batalla, y los vestidos revolcados en sangre, serán para quemarse, y para pábulo del fuego.


Boca a boca hablaré con él; manifiestamente, y no por medio de símiles; y mirará la semejanza de Jehová. ¿Por qué pues no temisteis hablar contra mi siervo Moisés?


A Dios nadie jamás le ha visto: el Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.


Porque ahora vemos obscuramente, como por medio de un espejo, mas entonces, cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré así como también soy conocido.


Empero nosotros todos, con rostro descubierto, mirando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma semejanza, de gloria en gloria, así como por el Espíritu del Señor.


Porque Dios que dijo: Resplandezca la luz de en medio de las tinieblas, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para darnos la luz del conocimiento de la gloria de Dios, en el rostro de Jesucristo.


¶Yo me maravillo de que os apartéis tan presto del que os llamó en la gracia de Cristo, para seguir diferente evangelio:


para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él;


Mas no se ha levantado todavía profeta en Israel semejante a Moisés, a quien conociera Jehová cara a cara;


y me dijisteis: He aquí, Jehová nuestro Dios nos ha hecho ver su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego. Hoy hemos visto que Dios habla con el hombre, y éste vive.


el cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación


mas ha sido ahora manifestada por medio del aparecimiento de nuestro Salvador Cristo Jesús, el cual ha abolido la muerte, y ha sacado a luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio;


Por fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque persistía como si viera al que es invisible.


¶Y aconteció que estando Josué cerca de Jericó, alzó los ojos, y miró; y he aquí un hombre que estaba en pie frente a él, con su espada desenvainada en la mano. Josué entonces fué a él y le dijo: ¿Eres tú de los nuestros, o de nuestros enemigos?


Luego dijo Manoa al Ángel de Jehová: ¿Cuál es tu nombre, para que en cumpliéndose tus palabras te honremos?


Mas el Ángel de Jehová le contestó: ¿Por qué preguntas por mi nombre, siendo como es maravilloso?


derribó también la torre de Penuel, y mató a los hombres de la ciudad.


Subió pues de allí a Penuel, y a los de ella habló de la misma manera: mas los hombres de Penuel le respondieron del mismo modo que los hombres de Sucot.


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