Biblia Todo Logo
Διαδικτυακή Βίβλος
- Διαφημίσεις -





Génesis 32:26 - Biblia Version Moderna (1929)

26 Y dijo: ¡Suéltame, que ya raya el alba! Mas le contestó Jacob: No te soltaré hasta que me hayas bendecido.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο


Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Luego el hombre le dijo: —¡Déjame ir, pues ya amanece! —No te dejaré ir a menos que me bendigas —le dijo Jacob.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Este, viendo que no lo podía vencer, tocó a Jacob en la ingle, y se dislocó la cadera de Jacob mientras luchaba con él.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

La Biblia Textual 3a Edicion

26 Entonces dijo:° Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 pero viendo que no podía dominarle, le tocó en la articulación del muslo. Entonces la articulación del muslo de Jacob se dislocó mientras luchaba contra él.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

26 Y dijo: Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο




Génesis 32:26
19 Σταυροειδείς Αναφορές  

Y cuando éste vió que no podía con él, tocó la coyuntura del muslo de Jacob; y descoyuntóse la coyuntura de Jacob entretanto que luchaba con él.


Y el otro le preguntó: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.


Y clamó Jabés al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh si me colmares de bendiciones, y ensanchares mi término, y que tu mano esté conmigo, y que me guardes del mal, para que no me cause dolor! Y le otorgó Dios lo que le había pedido.


¡DIOS tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga, y haga resplandecer su rostro sobre nosotros; (pausa);


Y ahora, déjame, para que se encienda mi ira contra él y los consuma; y yo haré de ti una nación grande.


Muy poco fué lo que hube pasado adelante de ellos, cuando encontré al que ama mi alma. Asíme yo de él, y no quise soltarle hasta que le hube introducido en la casa de mi madre, y en la cámara de aquella que me concibió.


Tu cabeza posa sobre ti como el Carmelo; y tu suelta cabellera es lustrosa como la púrpura: ¡un rey está preso en tus trenzas!


Así dice Jehová, el Santo de Israel y su Hacedor: ¡Preguntadme acerca de las cosas venideras! en cuanto a mis hijos y la obra de mis manos, ¡encomendadlos a mí!


Y no hay quien invoque tu nombre, ni quien se despierte para echar mano de ti; porque has escondido tu rostro de nosotros, y nos has dejado perecer a causa de nuestras iniquidades.


sí, luchó con el Angel, y prevaleció; lloró, y le hizo suplicación: en Bet-el también se encontraba con el Señor, y allí hablaba éste con nosotros;


Al contrario, en todas estas cosas somos vencedores, y más aún, por medio de aquel que nos amó.


¶Por lo cual, amados hermanos míos, estad firmes, inmóviles, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestra obra no es en vano en el Señor.


Déjame, para que los destruya, y borre su nombre de debajo del cielo; y haré de ti una nación más fuerte y mayor que ellos.


El cual Jesús, en los días de su carne, ofreció oraciones y también súplicas, con vehemente clamor y lágrimas, a aquel que era poderoso para librarle de la muerte; y fué oído y librado de su temor.


Ακολουθησε μας:

Διαφημίσεις


Διαφημίσεις