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Génesis 24:31 - Biblia Version Moderna (1929)

31 Y le dijo: ¡Entra, bendito de Jehová! ¿por qué te quedas afuera? pues tengo preparada la casa, y el lugar para los camellos.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

31 Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Entonces Labán le dijo: «¡Ven y quédate con nosotros, hombre bendecido por el Señor! ¿Por qué estás aquí, fuera de la ciudad, cuando yo tengo un cuarto preparado para ti y un lugar para los camellos?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Y le dijo: '¡Oh bendito de Yavé! ¿Por qué te quedas afuera? Ven. He despejado un sitio en la casa y hay cabida para tus camellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 y le dijo: Entra, bendito de YHVH, ¿por qué te quedas afuera?, pues yo he preparado la casa y lugar para los camellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 y le dijo: 'Entra, bendito de Yahveh, ¿por qué estás fuera? Ya he preparado la casa, y hay lugar para los camellos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

31 Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? Yo he limpiado la casa, y el lugar para los camellos.

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Génesis 24:31
11 Σταυροειδείς Αναφορές  

y dijo: Señor mío, si es así que he hallado gracia en tus ojos, te ruego no pases de largo a tu siervo.


y dijo: He aquí, señores míos, os ruego que os desviéis y entréis en casa de vuestro siervo, y posad, y lavaos los pies; y de madrugada os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Mas ellos dijeron: No, sino que en la plaza posaremos.


E instóles mucho, de manera que tomaron con él, y entraron en su casa. Y él les hizo banquete, y coció panes ázimos; y comieron.


Y sucedió que como viese el pendiente, y los brazaletes en las manos de su hermana, y como oyese las palabras de Rebeca su hermana, que decía: Así me habló el hombre; vino al hombre; y he aquí que éste estaba junto a los camellos, cerca de la fuente.


de que no nos harás ningún mal, así como nosotros no te hemos tocado y hemos hecho contigo solamente lo bueno, y te enviamos en paz. Tú eres ahora el bendito de Jehová.


Y aconteció que cuando Labán oyó las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirle, y le abrazó y besóle, y trájole a su casa; y él contó a Labán todas estas cosas.


¡Benditos sois vosotros de Jehová, Hacedor de los cielos y de la tierra!


Piedra preciosa es la dádiva a los ojos de su dueño; a dondequiera que gira, tiene éxito.


La dádiva del hombre le abre ancho paso, y le conduce a la presencia de los grandes.


el cual dijo a su madre: Los mil y cien siclos de plata que te fueron quitados, y por los que tú pronunciaste imprecación, y de que hablaste también en mis oídos, he aquí que aquel dinero está en mi poder; yo lo tomé. Y le dijo su madre: ¡Bendito de Jehová sea mi hijo!


A lo que dijo él: ¡Bendita seas de Jehová, hija mía! has hecho que tu postrera bondad sea mayor que la primera, en no andar tras los jóvenes, sean pobres o ricos.


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