Biblia Todo Logo
Διαδικτυακή Βίβλος
- Διαφημίσεις -





Éxodo 11:2 - Biblia Version Moderna (1929)

2 Di en oídos del pueblo que cada hombre pida a su vecino, y cada mujer a su vecina, alhajas de plata y alhajas de oro.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο


Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

2 Habla ahora al pueblo, y que cada uno pida a su vecino, y cada una a su vecina, alhajas de plata y de oro.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Diles a todos los hombres y a todas las mujeres israelitas que pidan a sus vecinos egipcios objetos de plata y de oro».

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 No olvides de decir a todo mi pueblo que cada uno pida a su amigo, y cada mujer a su vecina, objetos de oro y plata.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Habla ahora a oídos del pueblo para que cada varón pida a su vecino° y cada mujer a su vecina utensilios de plata y utensilios de oro.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Habla, pues, al pueblo para que cada hombre pida a su vecino y cada mujer a su vecina objetos de plata y oro'.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Habla ahora a oídos del pueblo, y que cada hombre pida prestado a su vecino, y cada mujer a su vecina, joyas de plata y de oro.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο




Éxodo 11:2
16 Σταυροειδείς Αναφορές  

Y sacó el siervo alhajas de plata y alhajas de oro y vestidos, y diólos a Rebeca; dió también cosas preciosas a su hermano y a su madre.


De suerte que Dios ha quitado el ganado de vuestro padre, y me lo ha dado.


Y sacó a su pueblo con plata y oro: no hubo enfermo en sus tribus.


DE Jehová es la tierra y cuanto ella contiene; el mundo y los que en él habitan.


Y daré a este pueblo favor en los ojos de los Egipcios, y sucederá que cuando partiereis, no iréis con las manos vacías.


Al contrario, pedirá cada mujer a su vecina y a la que mora en su casa, alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos; y los pondréis sobre vuestros hijos, y sobre vuestras hijas; y despojaréis a los Egipcios.


Y yo les dije: Cuantos tuvieren oro, quítenselo. Y ellos me lo dieron a mí; y lo eché en el fuego, y salió este becerro.


Vinieron pues así hombres como mujeres, cuantos tuvieron corazón espontáneo, trayendo broches, y pendientes, y anillos, y collares de cuentas, en fin, toda suerte de alhajas de oro; es decir, toda persona que presentó ofrenda de oro a Jehová.


El hombre bueno deja una herencia a los hijos de sus hijos; mas la hacienda del pecador guardada está para el justo.


Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los Ejércitos.


¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿o es malo tu ojo, porque yo soy bueno?


Ακολουθησε μας:

Διαφημίσεις


Διαφημίσεις