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Esdras 4:4 - Biblia Version Moderna (1929)

4 Por lo cual el pueblo de la tierra debilitaba las manos del pueblo de Judá y los aterraba, para que dejasen de edificar:

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

4 Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que no edificara.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Entonces los habitantes del lugar intentaron desalentar e intimidar al pueblo de Judá para impedirle que siguiera trabajando.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 La gente del país trató entonces de desanimar al pueblo de Judá y de amenazarlo para impedirle que construyera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Entonces sucedió que el pueblo de la tierra° desalentaba° al pueblo de Judá, y los hostigó mientras construían,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Entonces, aquella gente de la tierra se dedicó a desanimar al pueblo de Judá y a atemorizarlos, para que no continuaran la construcción.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Entonces el pueblo de la tierra debilitaba las manos del pueblo de Judá, atemorizándolo para que no edificara.

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Esdras 4:4
11 Σταυροειδείς Αναφορές  

Y CUANDO el hijo de Saúl oyó decir que había sido muerto Abner en Hebrón, se debilitaron sus manos, y todo Israel quedó turbado.


Y colocaron el altar del holocausto sobre su antigua base; porque estaban con temor a causa de las gentes de los países vecinos; y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, holocaustos por la mañana y por la tarde.


tomaron también a sueldo contra ellos consejeros del rey, para frustrar su designio, todos los días de Ciro rey de Persia, y hasta el reinado de Darío rey de Persia.


Por otra parte, decían entre sí nuestros adversarios: ¡Ellos nada sabrán, ni verán, hasta que nosotros entremos en medio de ellos y los matemos; y así haremos cesar la obra!


Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, diciendo: ¿Qué están haciendo esos débiles judíos? ¿se les ha de permitir? ¿querrán sacrificar? ¿acabarán en un solo día? ¿resucitarán las piedras de los montones de escombros, después de quemadas?


Pues que todos ellos querían meternos miedo, diciendo: ¡Debilítense sus manos, y desistan de la obra, para que no se haga! ¡Ahora al contrario, oh Dios mío, fortalece tú mis manos!


Entonces dijeron los príncipes al rey: Rogámoste que este hombre sea muerto; porque debilita las manos de los hombres de guerra que nos quedan aún en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no procura el bienestar de este pueblo, sino su mal.


Pero el príncipe del reino de Persia se mantuvo frente a mí por veinte y un días; mas he aquí que Miguel, uno de los principales príncipes, vino a ayudarme, y yo quedé allí victorioso al lado de los reyes de Persia.


Y él respondió: ¿Sabes por qué he venido a ti? Ahora pues yo volveré para pelear contra el príncipe de Persia; y al salir yo, he aquí que vendrá el príncipe de Grecia.


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