Biblia Todo Logo
Διαδικτυακή Βίβλος
- Διαφημίσεις -





Eclesiastés 8:8 - Biblia Version Moderna (1929)

8 Nadie hay que tenga potestad sobre el espíritu suyo, para retener el espíritu; ni tiene autoridad el día de la muerte; y no hay descargo en esta guerra: y la maldad no podrá librar a los que le son adictos.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο


Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

8 No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Nadie puede retener su espíritu y evitar que se marche. Nadie tiene el poder de impedir el día de su muerte. No hay forma de escapar de esa cita obligatoria: esa batalla oscura. Y al enfrentarse con la muerte, la maldad no rescatará al malvado.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Ningún hombre es dueño del soplo de vida, nadie puede disponer del día de su muerte. Es un combate sin piedad y no hay maldad que nos pueda salvar.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

La Biblia Textual 3a Edicion

8 No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte. No hay escape en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Nadie tiene poder sobre el aliento para detenerlo, ni nadie es dueño del día de su muerte. Nadie se libra del combate, ni el crimen salva a su autor.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no se da de baja en tal guerra, ni la impiedad librará al que se entregue a ella.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο




Eclesiastés 8:8
21 Σταυροειδείς Αναφορές  

Que irremisiblemente hemos de morir, y somos como agua derramada sobre la tierra, la cual no puede ser recogida; y Dios no quiere quitar la vida, sino antes busca arbitrios para que el desterrado no permanezca alejado de él.


Los siguieron pues hasta el Jordán; y he aquí que todo el camino estaba lleno de vestidos y de enseres, que los Siros habían desechado en la fuga precipitada. Y volvieron los enviados y se lo avisaron al rey.


Ya pues que sus días están determinados, y el número de sus meses está fijo contigo; ya que le has señalado sus linderos, que no puede traspasar;


Si fijase en el hombre su atención, y recogiese a sí su espíritu y su aliento,


¿Cuál es el hombre que vivirá y no verá la muerte? ¿quién librará su alma del poder del sepulcro? (Pausa.)


¡Se volverán los inicuos al infierno, y todas las naciones que se olvidan de Dios!


Ninguno será hecho estable por medio de la maldad; mas la raíz de los justos no será removida.


El inicuo será  desterrado en sus maldades; pero el justo tiene confianza en su muerte.


¿Quién conoce el espíritu de los hombres, que sube a lo alto; y el espíritu de las bestias, que desciende hacia abajo, a la tierra?


Al hombre malo empero no le irá bien, ni tampoco prolongará sus días, los cuales son como una sombra; por cuanto no teme delante de Dios.


Porque el hombre ni aun sabe cuál será su tiempo; sino que como son cogidos los peces en la destruidora red, y como los pájaros son prendidos en el lazo, así también los hijos de los hombres son enredados en la calamidad en un tiempo malo, cuando les sobreviene de repente.


Por cuanto habéis dicho: Hemos hecho pacto con la muerte, y con el infierno tenemos hecho convenio; cuando pasare el azote, cual torrente, no nos alcanzará; porque hemos puesto las mentiras por nuestro refugio, y entre los embustes nos hemos escondido;


Asimismo vuestro pacto con la muerte será anulado, y vuestro convenio con el infierno no quedará en pie: cuando pasare el azote, cual torrente, vosotros seréis hollados de este invasor.


Pues confiaste en tu maldad; dijiste: ¡Nadie me ve! Tu sabiduría y tu ciencia misma te han pervertido, de modo que dijiste en tu corazón: ¡Yo soy, y fuera de mi no hay otra!


se siembra en deshonra, será resucitado en gloria; se siembra en debilidad, será resucitado en poder;


pues aunque fué crucificado a causa de flaqueza, sin embargo vive ahora por el poder de Dios; y pues aunque nosotros también, somos débiles en él, sin embargo, en lo que toca a vosotros, viviremos juntamente con él, en virtud del poder de Dios.


Y por lo mismo que está decretado a los hombres que mueran una sola vez, y después de esto se seguirá el juicio,


Ακολουθησε μας:

Διαφημίσεις


Διαφημίσεις