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Daniel 6:22 - Biblia Version Moderna (1929)

22 Mi Dios ha enviado su ángel, y ha cerrado la boca de los leones, de modo que no me han hecho mal alguno; por lo mismo que delante de él la inocencia fué hallada en mí; asimismo delante de ti, oh rey, ningún mal he hecho.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Mi Dios envió a su ángel para cerrarles la boca a los leones, a fin de que no me hicieran daño, porque fui declarado inocente ante Dios y no he hecho nada malo en contra de usted, su majestad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Mi Dios me envió a su ángel, quien cerró las fauces de los leones, los que ni siquiera me han tocado porque fui hallado inocente ante él, y ante ti, oh rey, también soy inocente'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Mi Dios ha enviado a su ángel, el cual cerró la boca de los leones para que no me hicieran daño, porque ante Él fui hallado inocente, como también lo fui ante ti, oh rey, pues no te he causado perjuicio alguno.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Daniel contestó al rey: '¡Viva el rey eternamente!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 El Dios mío envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen mal; porque delante de Él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho ningún mal.

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Daniel 6:22
37 Σταυροειδείς Αναφορές  

Porque ciertamente fuí robado de la tierra de los Hebreos; y tampoco he hecho aquí por qué me pongan en este calabozo.


Viéndomeen grande estrecho, seguí  clamando a Jehová, sí, seguí clamando a mi Dios; y él oyó desde su templo mi voz, y mi clamor penetró en sus oídos.


y él se fue, y halló el cadáver del otro tendido en el camino, y el asno y el león que estaban junto al cadáver; el león no se había comido el cadáver, ni había despedazado al asno.


Y envió Jehová un ángel que destruyó a todos los hombres fuertes y valerosos, con los príncipes y los capitanes, en el campamento del rey de Asiria; y él volvió con rostro avergonzado a su propia tierra; donde habiendo entrado en casa de su dios, allí mismo los hijos de sus propias entrañas le hicieron caer a cuchillo.


¡Tú eres mi Dios, y a ti te alabaré; Dios mío, a ti te ensalzaré!


Lavaré en inocencia mis manos, y así rodearé tu altar, oh Jehová;


Mas yo en ti puse mi confianza, oh Jehová; dije: ¡Tú eres mi Dios!


Asienta campamento el Ángel de Jehová en derredor de los que le temen, y los defiende.


¡No me desampares, oh Jehová; Dios mío, no te alejes de mí!


Porque Jehová Dios es escudo y sol; gracia y gloria nos dará Jehová: no negará ningún bien a los que andan rectamente.


Decid al justo que le irá bien; porque del fruto de sus caminos comerá.


En todas sus aflicciones él fué afligido, y el Ángel de su presencia los salvaba; en su amor y en su compasión los redimió, y los alzaba en brazos, y los llevaba todos los días de la antigüedad.


Dijo entonces Jeremías al rey Sedequías: ¿En qué he pecado contra ti, y contra tus siervos, y contra este pueblo, para que me hayáis puesto en la cárcel?


¶Entonces Nabucodonosor respondió y dijo: ¡Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que ha enviado su ángel, y ha librado a sus siervos que confiaron en él, y que desobedecieron el mandato del rey y entregaron sus cuerpos antes que servir ni adorar a ningún otro Dios, sino tan sólo al Dios suyo!


y al llegar cerca del foso, llamó a Daniel con voz lastimera; y hablando el rey, dijo a Daniel: ¡Oh Daniel, siervo del Dios vivo, ha podido tu Dios, a quien tú sirves de continuo, librarte de los leones?


Entonces el rey se alegró de ello en gran manera, y mandó sacar a Daniel del foso. En efecto fué sacado Daniel del foso; y ninguna lesión fué hallada en él; porque había confiado en su Dios.


Con lo cual los presidentes y los sátrapas hicieron lo posible por hallar algún pretexto contra Daniel en lo relativo al reino; mas ningún pretexto ni falta pudieron hallar, por cuanto era fiel, y ningún yerro ni falta fueron hallados en él.


Todos los presidentes del reino, los gobernadores y los sátrapas, los consejeros y los prefectos han tomado el acuerdo de establecer un edicto real, y de hacer un entredicho fortísimo, al efecto que todo aquel que hiciere petición a cualquier dios u hombre, por espacio de treinta días, como no sea a ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones.


Yo empero miraré hacia Jehová, esperaré en el Dios de mi salvación; oiráme el Dios mío.


Mas cuando clamamos a Jehová, él oyó nuestra voz, y envió un Angel que nos sacó de Egipto; y henos aquí en Cades, ciudad al extremo de tu territorio.


Y cerca de la hora de nona, Jesús clamó a gran voz, diciendo:  ¡elí, elí; lamá sabactani! que quiere decir:  ¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has desamparado?


Entonces Pedro, volviendo en sí dijo: Ahora sé verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de toda la expectación del pueblo de los judíos.


En esto también me ejercito, para tener siempre una conciencia sin ofensa para con Dios y los hombres.


Porque estuvo junto a mí esta noche un ángel de Dios, de quien soy, y a quien sirvo,


¶Porque nuestro regocijo es esto: El testimonio de nuestra conciencia, que con santidad, y con sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mayormente para con vosotros.


Mas el Señor estuvo conmigo, y me esforzó, para que por medio de mí la predicación fuese cumplidamente hecha, y para que oyesen todos los gentiles: y así yo fuí librado de la boca del león.


¿no son todos ellos espíritus ministradores, enviados para hacer servicio a favor de los que han de heredar la salvación?


los cuales por fe sojuzgaron reinos, obraron justicia, obtuvieron promesas, cerraron las bocas de leones,


Dijo además David: ¡Jehová que me libró de las garras del león, y de las garras del oso, él también me librará de la mano de ese filisteo! Dijo pues Saúl a David: ¡Anda, y Jehová sea contigo!


Dijo también: ¿Por qué sigue mi señor en persecución de su siervo? ¿pues qué he hecho, o qué maldad hay en mi mano?


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