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Apocalipsis 11:19 - Biblia Version Moderna (1929)

19 ¶Y fué abierto el templo de Dios en el cielo, y fué vista en su templo el arca de su pacto: y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto, y grande pedrisco.

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Biblia Reina Valera 1960

19 Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Después se abrió en el cielo el templo de Dios, y el arca de su pacto se podía ver dentro del templo. Salieron relámpagos, rugieron truenos y estruendos, y hubo un terremoto y una fuerte tormenta de granizo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Entonces se abrió el Santuario de Dios en el Cielo y pudo verse el arca de la Alianza de Dios dentro del Santuario. Se produjeron relámpagos, fragor y truenos, un terremoto y una fuerte granizada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Y el santuario de Dios en el cielo se abrió, y en su santuario fue vista el arca de su pacto, y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto,° y grande granizo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Se abrió el santuario de Dios que está en el cielo y apareció el arca de su alianza en su santuario. Y hubo relámpagos y voces y truenos y terremoto y una gran granizada.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto fue vista en su templo. Y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto, y grande granizo.

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Apocalipsis 11:19
33 Σταυροειδείς Αναφορές  

Les dió granizo por lluvia, y llamas de fuego en su tierra;


Por el resplandor de su presencia sus nubes se disiparon, descargando granizo y ascuas de fuego.


He aquí que tiene Jehová un azote fuerte y alerta, el cual como tempestad de granizo, y torbellino destructor, y como tempestad de aguas poderosas que todo lo arrebatan, echará por tierra con violencia.


Desde la presencia de Jehová de los Ejércitos será visitado el enemigo con truenos y terremoto y grande estrépito, con torbellino y tempestad, y llamas de fuego devorador.


Pues Jehová hará oír su gloriosa voz, y hará ver el descenso de su brazo, con indignación de ira, y con llamas de fuego devorador; con turbión y tempestad y granizada.


Pero caerá el granizo, y será derribado el bosque, y aquella ciudad enemiga será enteramente abatida.


diles a aquellos que la revocan con tiza, que ella caerá. Viene un turbión inundador, y vosotros, ¡oh grandes pedriscos! caeréis, y un viento tempestuoso la rajará.


¶Por tanto, así dice Jehová el Señor: Yo también la rajaré con un viento tempestuoso en mi ira; y vendrá un turbión inundador en mi ardiente indignación, y grandes pedriscos en mi ira, para acabar con ella.


Y ejecutaré juicios sobre él. con peste y sangre; y con aguaceros inundadores, y pedrisco, y fuego y azufre, lloveré sobre él, y sobre sus hordas, y sobre los muchos pueblos que le acompañan.


¶De manera que partieron del Monte de Jehová, y prosiguieron una jornada de tres días; y el Arca del Pacto de Jehová iba delante de ellos durante la jornada de tres días, para buscarles lugar donde descansasen.


¶Y cuando Aarón y sus hijos hubieren acabado de cubrir el Santuario y todos los enseres del Santuario, siempre que hubiere de levantarse el campamento, entonces, después de esto, se llegarán los hijos de Coat para alzarlos: mas no tocarán al Santuario, no sea que mueran. Estos objetos constituirán la carga de los hijos de Coat en cuanto al Tabernáculo de Reunión.


¶Siempre que se hubiere de levantar el campamento, entrará Aarón con sus hijos, y bajarán el velo de separación, y cubrirán con él el Arca del Testimonio.


Y sucedió que como ellos iban huyendo delante de Israel, en la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó sobre ellos piedras grandes desde el cielo, hasta que llegaron a Azeca, de manera que murieron; fueron más los muertos por las piedras de granizo, que aquellos que los hijos de Israel mataron a espada.


Y en aquella hora sucedió un gran terremoto, y cayó la décima parte de la ciudad, y fueron muertas en el terremoto siete mil personas; y los demás fueron atemorizados, y dieron gloria al Dios del cielo.


¶Y el séptimo ángel tocó la trompeta: y hubo grandes voces en el cielo, que decían: ¡El reino del mundo ha venido a ser el reino dé nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará para siempre jamás!


Y UN gran prodigio fué visto en el cielo: Una mujer revestida del sol, y teniendo la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas;


Y OÍ una gran voz procedente del templo, que decía a los siete ángeles: ¡Id, y derramad los siete tazones de la ira de Dios sobre la tierra!


Y hubo relámpagos y voces y truenos; y sucedió un gran terremoto, cual nunca lo hubo desde que hubo hombres sobre la tierra, tan grande y fuerte era.


Y cayó del cielo sobre los hombres un pedrisco grande; cada piedra como del peso de un talento: y los hombres blasfemaron de Dios, a causa del pedrisco; porque la plaga de él fué sobremanera grande.


¶Y ví el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y aquel que estaba sentado sobre él se llamaba Fiel y Verdadero; y en justicia juzga y hace guerra.


DESPUÉS de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo, y la primera voz que oí, voz como de trompeta, fué de uno que hablaba conmigo, diciendo: Sube acá; y te mostraré las cosas que han de suceder después de éstas.


Y del trono salían relámpagos, y voces, y truenos; y había siete lámparas de fuego ardiendo delante del trono, las cuales son los siete espíritus de Dios.


Por esto están delante del trono de Dios, y le  sirven día y noche en su templo: y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.


Luego el ángel tomó el incensario, y llenándolo del fuego del altar, lo arrojó a la tierra: y sucedieron truenos, y voces, y relámpagos y un terremoto.


¶Y el primer ángel tocó la trompeta: y hubo granizo y fuego mezclados con sangre; lo cual fué arrojado a la tierra: y la tercera parte de la tierra fué quemada, y la tercera parte de los árboles fué quemada, y toda la hierba verde fué quemada.


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