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Amós 8:3 - Biblia Version Moderna (1929)

3 Y las canciones del palacio se convertirán en aullidos en aquel día, dice Jehová el Señor: serán muchos los cadáveres; en todo lugar los echarán fuera con silencio.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Y los cantores del templo gemirán en aquel día, dice Jehová el Señor; muchos serán los cuerpos muertos; en todo lugar los echarán fuera en silencio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 En aquel día el canto en el templo se convertirá en lamento. Habrá cadáveres tirados por todas partes. Serán llevados fuera de la ciudad en silencio. ¡Yo, el Señor Soberano, he hablado!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Ese día sólo habrá en el palacio lamentos en vez de alegres cantos. Serán tantos los muertos, que quedarán tendidos en cualquier parte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 En aquel día, dice Adonay YHVH, los cantos del palacio se convertirán en aullidos. Muchos serán los cadáveres que en silencio serán echados en cualquier parte.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Gemirán las cantoras del palacio en aquel día -oráculo del Señor Yahveh-. Los cadáveres serán numerosos; a cualquier lugar se les arrojará en silencio'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Y los cantores del templo aullarán en aquel día, dice el Señor Jehová; muchos serán los cuerpos muertos; en todo lugar serán echados en silencio.

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Amós 8:3
21 Σταυροειδείς Αναφορές  

¡Enmudezco, no abriré mi boca; por cuanto tú lo has hecho!


En efecto, salió el ángel de Jehová, e hirió en el campamento de los Asirios ciento ochenta y cinco mil hombres; y cuando se levantaron por la mañana los que sobrevivieron, he aquí que todos ellos eran cuerpos muertos.


Por tanto, así dice Jehová respecto de Joaquim hijo de Josías, rey de Judá: No le endecharán, como los que dicen: ¡Ay, hermano mío! o, ¡Ay, hermana mía! No le endecharán, diciendo: ¡Ay, señor mío! o, ¡Ay, la gloria suya!


YOD.-  Se sientan en tierra y guardan silencio los ancianos de la hija de Sión; echan polvo sobre sus cabezas; se ciñen de saco: las vírgenes de Jerusalem tienen abatidas las cabezas hasta la tierra.


Avergonzaos, oh labradores. Aullad, viñadores, a causa del trigo y de la cebada; porque se ha perdido la siega del campo.


¡Ceñíos de saco y plañid, oh sacerdotes! ¡aullad, vosotros ministros del altar! ¡venid, yaced toda la noche en sacos, vosotros los ministros de mi Dios! ¡porque la ofrenda vegetal y las libaciones han sido apartadas de la Casa de Jehová!


Despertad, oh ebrios, y llorad; y aullad, todos los bebedores de vino, a causa del mosto; porque ha sido arrebatado de vuestra boca.


Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto mismo es lo que habló Jehová, diciendo: He de ser santificado por los que se me acercan, y delante de todo el pueblo seré tenido en honra. Y Aarón enmudeció.


He enviado contra vosotros la peste a manera de la de Egipto; he matado a vuestros jóvenes con la espada, juntamente con vuestros caballos apresados; e hice que el hedor de vuestros campamentos subiese en vuestras narices: mas no os habéis convertido a mí, dice Jehová.


Por tanto, así dice Jehová, el Dios de los Ejércitos, el Señor: Por todas las calles habrá lamentos, y en todas las afueras de la ciudad, dirán: ¡Ay! ¡ay! a los labradores los llamarán al lloro, y a los lamentos a todos los que saben endechar.


Quita de delante de mí, oh Israel, el estruendo de tus cánticos, ni oiga yo la melodía de vuestras violas;


los que duermen en camas de marfil, y en los banquetes se extienden sobre sus lechos, y comen corderos tomados del rebaño, y becerros del pesebre;


los que gorjean al son de la viola, los que, como David, inventan para sí instrumentos de canción;


Jehová el Señor ha jurado por sí mismo; Jehová el Dios de los Ejércitos ha dicho: Aborrezco la excelencia de Jacob, y tengo odiados sus palacios; por lo cual entregaré la ciudad, con cuanto contiene.


Convertiré también vuestros fiestas en llanto, y todos vuestras cantares en endechas; y haré subir cilicio sobre todos los lomos, y peladura sobre todas las cabezas; y pondré la tierra de duelo, como por un hijo único, y su fin será como un día de amargura.


y de caballería que carga! ¡Se ve también el brillo de la espada, y el relampagueo de la lanza! y hay una multitud de muertos; montones de cadáveres; y no hay fin de los cuerpos muertos: tropiezan las gentes contra los cuerpos muertos.


¡Guarda silencio delante de Jehová el Señor! porque cercano está el día de Jehová; porque Jehová ha aparejado un sacrificio, ha santificado sus convidados.


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