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1 Tesalonicenses 4:3 - Biblia Version Moderna (1929)

3 Porque ésta es la voluntad de Dios, es a saber, vuestra santificación: que os abstengáis de la fornicación;

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

3 pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 La voluntad de Dios es que sean santos, entonces aléjense de todo pecado sexual.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 la voluntad de Dios es que se hagan santos y que rehúyan la libertad sexual.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación, que os apartéis de la fornicación,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Esto quiere Dios de vosotros: una vida santa; que os apartéis de la fornicación,

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1 Tesalonicenses 4:3
47 Σταυροειδείς Αναφορές  

¡Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios! ¡tu buen Espíritu me guíe por tierra llana!


me complazco en hacer tu voluntad, oh Dios mío, y tu ley está en medio de mi corazón.


La mujer también con quien se acostare el hombre que tuviere la emisión de simiente, una y otro sé lavarán con agua y quedarán inmundos hasta, la tarde.


Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, éste es mi hermano, y hermana, y madre.


Porque del corazón proceden malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.


Mas yo os digo, que todo aquel que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, hace que ella cometa adulterio; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.


¶No todo aquel que me dice: ¡Señor! ¡Señor! entrará en el reino de los cielos; sino el que hace la voluntad de me Padre que está en los cielos.


Porque aquel que hiciere la voluntad de Dios, este mismo es mi hermano, y hermana, y madre.


Jesús les dice: Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me envió, y acabar su obra.


Si alguno quisiere hacer su voluntad, conocerá de mi enseñanza, si es de Dios, o si hablo de parte de mí mismo.


sino antes, que les escribamos que se abstengan de las contaminaciones de los ídolos, y de la fornicación, y de lo ahogado, y de la sangre.


Absteneros de lo sacrificado a los ídolos, y de la sangre, y de lo ahogado, y de la fornicación; absteniéndoos de las cuales cosas, haréis bien. Dios os guarde.


¶Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, la cual es poderosa para edificaros, y para daros  herencia entre todos los santificados.


para abrirles los ojos, a fin de que se vuelvan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban remisión de pecados, y herencia entre los que son santificados mediante la fe en mí.


atestados de toda injusticia, maldad, codicia, malicia; llenos de envidia, homicidio, riña, engaño, malignidad; murmuradores,


Y no os conforméis con este siglo, sino antes transformaos, por la renovación de vuestra mente; para que hagáis experiencia de cuál sea la buena, la acepta y la perfecta voluntad de Dios.


Mas ahora, habiendo sido libertados del pecado, y habiendo venido a ser siervos de Dios, tenéis vuestro fruto para santificación, y al fin, vida eterna.


Mas de él procede el que seáis vosotros en Cristo Jesús; el cual por parte de Dios nos ha sido hecho sabiduría, y justicia, y santificación, y redención;


mas á causa de la fornicación, tenga cada hombre su propia mujer, y cada mujer su propio marido.


y no suceda que cuando yo vaya otra vez, mi Dios me humille delante de vosotros, y tenga que llorar a muchos de los que han pecado anteriormente, y no se han arrepentido de la inmundicia y fornicación y lascivia que han cometido.


Y manifiestas son las obras de la carne, que son: Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,


Por lo cual no seáis insensatos, sino entended cuál sea la voluntad del Señor.


no sirviendo al ojo, como los que procuran agradar a los hombres, sino antes, como siervos de Cristo, haciendo de corazón la voluntad de Dios;


¶Por esta causa nosotros también, desde el día que lo oímos, no cesamos de rogar a Dios, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría e inteligencia espiritual;


¶Haced morir pues vuestros miembros que están sobre la tierra a saber: fornicación, inmundicia, pasiones desordenadas, malos deseos, y avaricia, la cual es idolatría;


Os saluda Epafras, que es uno de vosotros, siervo de Cristo, el cual se esfuerza siempre a favor vuestro, en sus oraciones, para que estéis firmes, siendo perfectos, y plenamente asegurados en toda la voluntad de Dios.


Pues sabéis qué mandatos os impusimos por autoridad del Señor Jesús.


que cada uno de vosotros sepa señorearse de su propio cuerpo, en santificación y honra,


En todo dad gracias a Dios; porque ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros.


¶Y el mismo Dios de paz os santifique del todo; y ruego que vuestro ser entero, espíritu y alma y cuerpo, sea guardado y presentado irreprensible en el advenimiento de nuestro Señor Jesucristo.


¶Pero estamos en la obligación de dar gracias a Dios, respecto de vosotros, hermanos, amados del Señor, por haberos escogido Dios, desde el principio, para salvación, en santificación del Espíritu y en creencia de la verdad;


el cual se dió a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí mismo un pueblo de su propia posesión, celoso de buenas obras.


Porque tenéis necesidad de la paciencia, a fin de que, habiendo hecho la voluntad de Dios, recibáis la promesa.


que no haya ningún fornicario, u hombre profano, como Esaú, el cual por un solo plato de comida vendió su misma primogenitura:


os perfeccione en toda obra buena, para que hagáis su voluntad obrando en vosotros lo que sea acepto delante de él, por medio de Jesucristo a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


¶Honroso sea el matrimonio entre todos, y sea el lecho conyugal sin mancilla; porque a los fornicarios de una parte, y a los adúlteros de otra, Dios los juzgará.


escogidos conforme a la presciencia de Dios Padre, en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.


a fin de que ya no viváis más tiempo en la carne para las concupiscencias de los hombres, sino según la voluntad de Dios.


Y el mundo se va pasando, con su concupiscencia; mas el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.


Mas en cuanto a los cobardes, y los incrédulos, y los abominables, y los homicidas, y los fornicarios, y los hechiceros, y los idólatras, y todos los mentirosos, su parte será en el lago que arde con fuego y azufre: que es la muerte segunda.


Excluídos están los perros, y los hechiceros, y los fornicarios, y los homicidas, y los idólatras, y cada uno que ama y obra la mentira.


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