1 Corintios 12:1 - Biblia Version Moderna (1929)

¹ Y RESPECTO de los dones espirituales, hermanos, no quiero que estéis ignorantes.

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

¹ No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Ahora, amados hermanos, con respecto a la pregunta acerca de las capacidades especiales que el Espíritu nos da, no quiero que lo malentiendan.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Ahora, hermanos, les recordaré lo siguiente respecto a los dones espirituales.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Pero ahora, hermanos, no quiero que ignoréis acerca de los asuntos° espirituales.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Acerca de los dones del Espíritu, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹ Y en cuanto a los dones espirituales, no quiero hermanos, que ignoréis.

1 Corintios 12:1 Σταυροειδείς Αναφορές

Romanos 1:13

Y no quiero que ignoréis, hermanos, que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (y hasta ahora he sido estorbado) para que tenga algún fruto entre vosotros también, así como entre los demás gentiles.

1 Corintios 10:1

PORQUE no quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres todos estaban debajo de la nube, y todos pasaron por en medio del mar;

1 Corintios 14:37

¶Si alguno piensa que él es profeta, u hombre inspirado, reconozca que las cosas que os escribo son mandamientos del Señor.

2 Corintios 1:8

Pues no queremos que estéis en ignorancia, hermanos, respecto de nuestra aflicción, que nos sucedió en la provincia de Asia, en grado tal, que estábamos excesivamente abrumados, sobre nuestras fuerzas, de manera que desesperábamos aun de la vida.

Efesios 4:11

Y constituyó a algunos apóstoles; y a otros, profetas; y a otros evangelistas; y a otros, pastores y maestros;

1 Tesalonicenses 4:13

¶Pero no quiero que estéis en ignorancia, hermanos, en cuanto a los que duermen en el Señor; para que no os entristezcáis del modo que los demás que no tienen esperanza.

2 Pedro 3:8

¶Mas no olvidéis vosotros, amados míos, esta cosa en particular, y es que un día para con el Señor es como mil años, y mil años como un día.