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Oseas 13:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

10 »Tú les dijiste a tus jefes que querías tener reyes y príncipes para que salvaran tus ciudades; pero, ¿dónde están esos reyes? ¿Y qué pasó con esos jefes?

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

10 ¿Dónde está tu rey, para que te guarde con todas tus ciudades; y tus jueces, de los cuales dijiste: Dame rey y príncipes?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Ahora, ¿dónde está tu rey? ¡Que él te salve! ¿Dónde están los líderes de la tierra, el rey y los funcionarios que me exigiste?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 ¿Dónde está tu rey para que te salve?, ¿y tus jefes para que te protejan? ¿No decías: 'Dame un rey y unos jefes'?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 ¿Dónde estará entonces tu rey, Para salvarte en todas tus ciudades? ¿Qué de tus jueces, a quien demandaste: Dame un rey, y príncipes?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 ¿Dónde está ahora tu rey, para salvarte en todas tus ciudades? ¿Dónde, tus jueces, a quienes decías: 'Dadme rey y príncipes'?

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Oseas 13:10
26 Σταυροειδείς Αναφορές  

Cuando todas estas tribus se enteraron de que Jeroboam había vuelto, lo mandaron a llamar ante todo el pueblo, y lo nombraron rey de todo Israel. La tribu de Judá fue la única que no estuvo de acuerdo, pues quería como rey a un descendiente de David.


Pero un día, Oseas se rebeló, envió hombres a Lais con un mensaje para el rey de Egipto, y no le pagó los impuestos a Salmanasar, como lo había hecho en años anteriores. Cuando el rey de Asiria lo descubrió, mandó a arrestar a Oseas y ponerlo en la cárcel.


Tú, Dios mío, reinas para siempre y escuchas la oración de los humildes. Tú defiendes a los huérfanos y a los que son maltratados; tú los animas y les prestas atención. Pero a los que no te reconocen los echarás de tu tierra, para que nadie en este mundo vuelva a sembrar el terror.


Nosotros, los israelitas que vivimos en Jerusalén, cantemos alegres a Dios, nuestro creador y rey;


4 (5) Tú eres mi Dios y mi rey; ¡tú nos diste la victoria!


Desde tiempos antiguos tú has sido nuestro Dios y rey; en repetidas ocasiones nos has dado la victoria.


18 (19) Dios de Israel, tú eres nuestro rey y nos das tu protección.


Dios es nuestro juez y nuestro rey. ¡Nuestro Dios nos salvará!


”Yo soy el Dios santo de Israel, yo soy su creador y su rey”».


”¿Y dónde están esos dioses que ustedes mismos se fabricaron? ¡Que vengan ellos a salvarlos cuando se encuentren en peligro! ¡Al fin y al cabo, ustedes tienen más dioses que ciudades!


Por todos los rincones del país mi pueblo llora y exclama: “Nuestro Dios nos ha abandonado; ya no está en Jerusalén”». Dios respondió: «¿Por qué me hacen enojar los israelitas con sus dioses inútiles y extraños?»


La sombra que nos protegía era nuestro rey; Dios mismo nos lo había dado. ¡Pero hasta él cayó prisionero!


»Ahora ustedes dirán: “Por no respetar a Dios, nos hemos quedado sin rey. Pero aunque lo tuviéramos, ya no podría ayudarnos”.


Dios le dijo a su pueblo: «Israel, yo soy tu Dios; no tienes otro salvador. Yo he sido tu único Dios desde que estabas en Egipto.


Lo mismo sucederá con los israelitas: Durante mucho tiempo no tendrán rey ni jefe; tampoco podrán presentar ofrendas a Dios, ni sabrán lo que Dios quiere que hagan; además, no tendrán sacerdotes ni ídolos familiares.


Son como un horno: ¡arden para quemar por completo a todos sus gobernantes! Quitan del trono a sus reyes, ¡pero ninguno de ellos busca mi ayuda!


Cuando eligieron a sus reyes, no me tomaron en cuenta; cuando nombraron a sus jefes, no me pidieron consejo; ¡ellos mismos se hicieron daño al fabricarse ídolos de oro y plata!


Cuando llegue ese día, un solo Dios reinará en toda la tierra. ¡Ese Dios es nuestro Dios!


Entonces Natanael respondió: —Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios y el Rey de Israel!


y Dios le dijo: «Haz lo que te piden. No te están rechazando a ti, sino a mí, ¡pues no quieren que yo sea su rey!


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