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Números 13:30 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

30 La gente comenzó a murmurar, pero Caleb les ordenó callarse y les dijo: —¡Vamos a conquistar ese territorio! ¡Podemos hacerlo!

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

30 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Pero Caleb trató de calmar al pueblo que se encontraba ante Moisés. —¡Vamos enseguida a tomar la tierra! —dijo—. ¡De seguro podemos conquistarla!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Caleb calmó al pueblo que murmuraba contra Moisés. 'Subamos, les dijo, y conquistemos ese país, que somos capaces de más.

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La Biblia Textual 3a Edicion

30 Entonces Caleb trató de apaciguar al pueblo en presencia de Moisés, y dijo: ¡Subamos ya y conquistémosla, pues ciertamente podremos con ella!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Entonces Caleb impuso silencio al pueblo delante de Moisés y dijo: 'Subamos y conquistemos aquella tierra pues podremos vencerla'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

30 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos ahora, y poseámosla; que más podremos que ella.

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Números 13:30
14 Σταυροειδείς Αναφορές  

12 (14) Dios nuestro, tú los vencerás; ¡con tu ayuda saldremos victoriosos!


En el desierto viven los amalecitas, en las montañas viven los hititas, los jebuseos y los amorreos, y entre el mar y el río Jordán viven los cananeos.


Pero los otros que habían ido con él empezaron a desanimar a los israelitas diciéndoles que el territorio era malo. —¡No lo hagan! —les decían—. ¡No podremos vencer a gente tan poderosa! ¡Los que viven allí son gigantes, como Anac! ¡Ante ellos nos veíamos tan pequeños como grillos! Además, es un lugar en donde no se puede vivir. Es tan malo que la gente se muere como si se los tragara la tierra.


»Pero Caleb, mi servidor, no fue como los demás, sino que creyó en mi promesa. Por eso entrará junto con sus hijos en el territorio prometido, donde ahora viven los amalecitas y los cananeos. Ustedes, por su parte, irán mañana al desierto, en dirección al Mar de los Juncos.


Solo nos queda decir que, si Dios está de nuestra parte, nadie podrá estar en contra de nosotros.


En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total.


Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones.


Ellos confiaron en Dios, y por eso conquistaron países; y como actuaron con justicia, recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron la boca de leones y


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