Nehemías 13:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual3 Así que, cuando la gente oyó lo que decía el libro de la Ley, expulsaron de Israel a todos los que se habían mezclado con extranjeros. Δείτε το κεφάλαιοΠερισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 19603 Cuando oyeron, pues, la ley, separaron de Israel a todos los mezclados con extranjeros. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Nueva Traducción Viviente3 Cuando se leyó este pasaje de la ley, inmediatamente se excluyó de la asamblea a todos los que tenían ascendencia extranjera. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Católica (Latinoamericana)3 Después de haber escuchado la Ley, echaron de Israel a todos los extranjeros. Δείτε το κεφάλαιοLa Biblia Textual 3a Edicion3 Por lo que, al escuchar la Ley, excluyeron de Israel a todo extranjero. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Serafín de Ausejo 19753 Al conocer la existencia de esta ley, excluyeron de Israel a todos los extranjeros. Δείτε το κεφάλαιο |
28-29 (29-30) Todos los demás ciudadanos, incluidos los sacerdotes, los ayudantes, los vigilantes de las entradas, los cantores y los servidores del templo prometieron obedecer todos los mandamientos de Dios. Todos estos se habían apartado de los extranjeros que vivían en esa región, para obedecer lo que está escrito en el libro de la Ley de Moisés. Lo mismo hicieron sus parientes y jefes, junto con sus esposas y sus hijos mayores de doce años.
Cada noche el maná y el rocío del campo caían juntos. El maná era pequeño como la semilla del cilantro, y amarillo como la resina. Por la mañana la gente salía al campo a recogerlo, luego lo molía, lo cocinaba y hacía panes con él. El maná tenía un sabor parecido al del pan de harina con aceite. Sin embargo, entre los israelitas había gente de otros pueblos que solo se preocupaba por comer. Los israelitas se dejaron llevar por ellos, y empezaron a llorar y a decir: «¡Ojalá pudiéramos comer carne! ¿Se acuerdan del pescado que comíamos gratis en Egipto? ¡Y qué sabrosos eran los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos que allá comíamos! En cambio, ahora nos estamos muriendo de hambre, ¡y lo único que vemos es maná!»