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Lucas 6:29 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

29 Si alguien les da una bofetada en una mejilla, pídanle que les pegue en la otra. Si alguien quiere quitarles el abrigo, dejen que también se lleve la camisa.

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Si alguien te da una bofetada en una mejilla, ofrécele también la otra mejilla. Si alguien te exige el abrigo, ofrécele también la camisa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la otra. Al que te arrebata el manto, entrégale también el vestido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Al que te hiere en la mejilla, preséntale también la otra, y al que te quita el manto, no le impidas tomar° también la túnica.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; y a quien intenta quitarte el manto, no le impidas llevarse también la túnica.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

29 Y al que te hiera en una mejilla, dale también la otra; y al que te quite la capa, no le impidas llevar aun la túnica.

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Lucas 6:29
15 Σταυροειδείς Αναφορές  

30 (31) Pero Mefi-bóset respondió: —Sibá puede quedarse con todo. Para mí, lo mejor es que Su Majestad haya vuelto sano y salvo a su palacio.


Entonces Sedequías hijo de Quenaaná se acercó, le dio a Micaías una bofetada en la cara y le dijo: —¿Cómo te atreves a decir que el espíritu de Dios me ha abandonado, y que te ha hablado a ti?


»No quité mi espalda a los que me golpeaban, ni escondí mis mejillas de los que me arrancaban la barba; ni me cubrí la cara cuando me escupían y se burlaban de mí.


1 (4.14) Yo, Miqueas, anuncio: «Jerusalén, Jerusalén, prepárate para la guerra. Por medio de tus enemigos Dios castigará duramente al rey de Israel.


Entonces algunos le escupieron en la cara y otros lo golpearon. Aun otros le pegaban en la cara,


le tapaban los ojos, le pegaban, y luego le decían: «¡Profeta, adivina quién te pegó!»


Si alguien les pide algo, dénselo. Si alguien les quita algo, no le pidan que lo devuelva.


Cuando Jesús dijo esto, uno de los guardias del templo lo golpeó en la cara y le dijo: —¡Esa no es manera de contestarle al jefe de los sacerdotes!


Entonces Ananías, el jefe de los sacerdotes, ordenó que golpearan a Pablo en la boca.


Ahora mismo tenemos hambre y sed, andamos casi desnudos, la gente nos maltrata, y no tenemos ni dónde vivir.


En sus peleas, los únicos que salen perdiendo son ustedes mismos. Vale más ser maltratado y robado,


¡Hasta aguantan a quienes los tratan como esclavos y se aprovechan de ustedes, a quienes los engañan y desprecian, y a quienes los golpean en la cara!


También tuvieron ustedes compasión de los que estaban en la cárcel, y con alegría dejaron que las autoridades les quitaran sus pertenencias, porque sabían que en el cielo tienen algo mucho mejor y más duradero.


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